Italia desactiva la crisis al rebajar 10 pesetas el gasóleo para camioneros

El Gobierno italiano se postuló ayer como modelo que toda Europa debería imitar tras pactar con los camioneros una reducción inmediata del gasóleo en 120 liras el litro (10,2 pesetas) para evitar que se repitan las protestas que han paralizado otros países europeos, como el Reino Unido y Bélgica, donde empezaron a remitir. Las movilizaciones se trasladaron a Holanda, Irlanda o Polonia.

Mientras las protestas en el Reino Unido o Bélgica se reducen, los movilizaciones comenzaron ayer en otros países europeos. Con Italia entre una de las excepciones. El Gobierno italiano ha conseguido calm...

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El Gobierno italiano se postuló ayer como modelo que toda Europa debería imitar tras pactar con los camioneros una reducción inmediata del gasóleo en 120 liras el litro (10,2 pesetas) para evitar que se repitan las protestas que han paralizado otros países europeos, como el Reino Unido y Bélgica, donde empezaron a remitir. Las movilizaciones se trasladaron a Holanda, Irlanda o Polonia.

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Mientras las protestas en el Reino Unido o Bélgica se reducen, los movilizaciones comenzaron ayer en otros países europeos. Con Italia entre una de las excepciones. El Gobierno italiano ha conseguido calmar los ánimos de los transportistas profesionales gracias a un acuerdo que incluye apreciables rebajas de los impuestos de los carburantes hasta finales de año. La rebaja será de 10,2 pesetas en el caso del gasóleo al por menor. El documento incluye el compromiso de bajar también el combustible al por mayor."No fuimos ni suaves ni intransigentes", indicó el ministro de Transportes, Pierluigi Bersani. "Hemos ganado mucho y sin causar daños". Aunque ayer hubo grupos de agricultores que se manifestaron. Bersani espera que el acuerdo se convierta en un modelo para otros países de Europa, que necesitan una "convergencia de precios" y un "mecanismo de estabilidad" de precios. Italia, sin embargo, ha hecho oídos sordos a las recomendaciones de los ministros de Economía de la Unión Europea, contrarios a las bajadas de impuestos para combatir el alza de los carburantes.

El descontento se extiende. Menos espontáneos que sus vecinos europeos, los transportistas holandeses aguardaron pacientemente hasta que recibieron el permiso del Gobierno para manifestarse ayer, organizados por el sindicato que defiende sus intereses. Más de 350 camiones a los que se unieron decenas de taxis se dirigieron hacia La Haya, sede gubernamental, en convoys de 30 vehículos circulando a velocidades muy bajas. Allí fueron recibidos por los ministros de Finanzas y Transportes que escucharon sus quejas, pero sin prometer nada. El sindicato reclama una reducción de los impuestos que gravan el gasóleo hasta el mínimo de la UE.

Las reinvindicaciones fiscales sobre el precio de los carburantes constituyen el punto de unión de los transportistas y agricultores europeos. Es el caso de los irlandeses, que ayer se unieron a las protestas. Más de mil camioneros bloquearon carreteras de toda la isla. O en Polonia, columnas de camiones marchando a velocidades muy bajas colapsaron el centro de las principales ciudades. En Noruega se resevan las fuerzas para el lunes, día previsto para el bloqueo de cinco de las principales terminales petroleras del país con la amenaza de crear problemas de suministro similares a los que a mediados de semana colapsaron el Reino Unido. En las ciudades británicas las protestas remiten, pero asumen ahora las consecuencias. El fabricante del motor Honda ha suspendido la producción de una de sus plantas ante la falta de componentes.

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