Unos 10.000 alumnos de 25 centros públicos no pudieron empezar el curso

No todos los alumnos catalanes empezaron ayer el curso escolar. De acuerdo con datos de la Generalitat, 9.671 alumnos de infantil, primaria y secundaria del sector público no pudieron incorporarse a las aulas, ya que 25 centros no abrieron sus puertas porque no estaban listos los edificios o por falta de profesores.De estos 25 colegios o institutos, 17 tienen previsto comenzar las clases el lunes y otros 8, a lo largo de la semana próxima. La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, aseguró ayer que el curso ha comenzado con "normalidad" salvo con algunas excepciones, que ha atribuido al retr...

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Falta de seguridad

No todos los alumnos catalanes empezaron ayer el curso escolar. De acuerdo con datos de la Generalitat, 9.671 alumnos de infantil, primaria y secundaria del sector público no pudieron incorporarse a las aulas, ya que 25 centros no abrieron sus puertas porque no estaban listos los edificios o por falta de profesores.De estos 25 colegios o institutos, 17 tienen previsto comenzar las clases el lunes y otros 8, a lo largo de la semana próxima. La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, aseguró ayer que el curso ha comenzado con "normalidad" salvo con algunas excepciones, que ha atribuido al retraso en la finalización de obras de reforma o construcción de nuevos centros.

Los sindicatos, por el contrario, aseguran que son unos 15 los colegios de primaria y secundaria que no han podido abrir sus puertas, y además hay entre 30 y 50 centros de ciclos formativos que han atrasado su inicio de curso por falta de profesores, lo cual ha impedido cuadrar los horarios.

Algunos escolares no empezaron tampoco el curso porque sus padres consideran que las instalaciones no reúnen las condiciones mínimas necesarias. Es el caso de los 1.300 alumnos de primaria y secundaria de Sant Pere de Ribes, que no acudieron ayer a clase como protesta porque la Generalitat no concreta la construcción de las nuevas instalaciones que, según los padres, necesita la localidad. Así pues, los alumnos de primaria de la escuela El Pi, el mayor centro de Cataluña, con 850 alumnos, y los alumnos del IES Can Puig, con 400, no entraron en los centros para expresar su queja.

Otros centros no comenzaron las clases porque no pudieron. El CEIP Barrufet, del barrio de Sants en Barcelona, no pudo abrir ayer sus puertas porque las obras de reforma no están terminadas y, según manifiestan los padres en una carta dirigida a la consejera de Enseñanza, "no reúne los mínimos de seguridad e infraestructuras". Otros colegios que no pudieron abrir son: Montseny, de Mollet; Puiggraciós, de La Garriga; Las Termas, de Sabadell; Joan Maragall, de Vilanova del Camí; La Portalada, de Altafulla, y Esteve Tarradelles, de Esplugues de Llobregat, entre otros.Por su parte, Joan Boada, portavoz de IC-V en el Parlament, calificó ayer de "cínicas" las afirmaciones de Carme Laura Gil de que el curso escolar había comenzado con "normalidad". El diputado de IC-V denunció el "caos en el inicio de las clases" y culpó de esta situación a la consejera por su "incapacidad e irresponsabilidad". Este grupo político exigirá a la consejera que explique los incidentes en el Parlament.

Mientras tanto, aún quedaban ayer algunos profesores sin destino asignado. Unos 300, según informaron los sindicatos, volvieron a manifestarse ante el Departamento de Enseñanza para pedir una mayor estabilidad para profesores interinos y los sustitutos. Los manifestantes cortaron la Via Augusta con una pancarta con el lema: "Si no sabéis, dejadlo", y presentaron sus quejas a Mercè Tarradellas, directora general de recursos humanos.

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Consuelo Bautista

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