La mujer de Vallecas a la que derribaron su casa deja la huelga de hambre tras recibir un compromiso de Ferrovial

Carmen Cortés, la mujer que inició una huelga de hambre el viernes 25 de agosto en el solar donde estaba su vivienda, en el distrito de Vallecas Villa, volvió a ingerir alimentos sólidos en la tarde del lunes, dando así por finalizada su protesta. La vivienda que ocupaba, en la calle de Gavía Seca, 10, se vino abajo mientras una unión de empresas formada por las constructoras Ferrovial, ACS y Agromán reparaban los desperfectos en sus cimientos. La Comunidad decidió entonces realojar provisionalmente a los vecinos en viviendas del Ivima, en algunos casos fuera del distrito, y garantizarles la r...

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Carmen Cortés, la mujer que inició una huelga de hambre el viernes 25 de agosto en el solar donde estaba su vivienda, en el distrito de Vallecas Villa, volvió a ingerir alimentos sólidos en la tarde del lunes, dando así por finalizada su protesta. La vivienda que ocupaba, en la calle de Gavía Seca, 10, se vino abajo mientras una unión de empresas formada por las constructoras Ferrovial, ACS y Agromán reparaban los desperfectos en sus cimientos. La Comunidad decidió entonces realojar provisionalmente a los vecinos en viviendas del Ivima, en algunos casos fuera del distrito, y garantizarles la reconstrucción de sus pisos. Pero Carmen no aceptó el realojo fuera de su barrio e inició una huelga de hambre que ha durado 11 días.El abandono de la protesta se produjo en la tarde del lunes después de que en una reunión con los todos los vecinos, el gerente de la unión de constructoras, José Ignacio García Sancho, les ofreciera una cantidad de 640.000 pesetas a cada uno de ellos, unas 42.000 pesetas al mes durante los 15 meses que duraría la construcción de sus nuevos pisos, para ayudar a pagar el alquiler en viviendas del distrito; tal y como querían los vecinos, entre ellos Carmen, e intentar agilizar la tramitación de los permisos ante el Ayuntamiento de Madrid para que la construcción de sus nuevos pisos no se prolongue más de un año y medio; como también querían, además de hacerse cargo, entre otros gastos, de los producidos por las mudanzas de muebles; sin embargo, los vecinos no están completamente satisfechos porque, según cuentan, "un alquiler de una vivienda en Vallecas Villa ronda las 75.000 pesetas" y quieren que las constructoras paguen el alquiler completo. Carmen señalaba en la tarde de ayer que el abandono de la huelga de hambre se produce después de percibir "un signo de buena voluntad", pero amenaza con volver a iniciar la protesta si en el plazo de una semana las constructoras no anuncian la financiación completa del importe de los alquileres de las viviendas.

Obras Públicas no quiso ayer opinar. Un portavoz precisó que la consejería "no habla sobre acuerdos entre privados".

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