Aznar y Buzek eluden poner fecha a la entrada de Polonia en la UE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se pronunció ayer en Varsovia por una entrada de Polonia, "lo más pronto posible", en la Unión Europea (UE), pero evitó, lo mismo que su colega polaco, el primer ministro, Jerzy Buzek, mencionar una fecha concreta para ese ingreso. Según Aznar, Polonia y la UE son como dos novios que se van a casar. La boda tienen que prepararla los futuros contrayentes, pero sin llegar a un "noviazgo eterno".

Tras una reunión de menos de hora y media en la sede de la presidencia de Gobierno de Polonia, Buzek y Aznar comparecieron ante la prensa. "[La entrad...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se pronunció ayer en Varsovia por una entrada de Polonia, "lo más pronto posible", en la Unión Europea (UE), pero evitó, lo mismo que su colega polaco, el primer ministro, Jerzy Buzek, mencionar una fecha concreta para ese ingreso. Según Aznar, Polonia y la UE son como dos novios que se van a casar. La boda tienen que prepararla los futuros contrayentes, pero sin llegar a un "noviazgo eterno".

Tras una reunión de menos de hora y media en la sede de la presidencia de Gobierno de Polonia, Buzek y Aznar comparecieron ante la prensa. "[La entrada de Polonia en la UE] es un asunto vital para el país y el presidente Aznar ha declarado el apoyo de España para nuestra iniciativa", destacó Buzek. Y añadió el primer ministro polaco: "Nuestros países están en los dos extremos del continente, pero nos une el pasado, la historia, y también el futuro de colaboración en el seno de la UE".Los resultados palpables de la visita parecen concretarse en el campo bilateral: celebración en 2001 de un año para promocionar la imagen de Polonia en España; visita de los Reyes a ese país; convenios de seguridad social y asistencia médica para los trabajadores polacos en España y límites a la emigración ilegal.

Aznar recurrió a la metáfora del noviazgo, que parece ir para largo, para explicar las relaciones entre Polonia y la UE, aunque ninguno de los dos gobernantes así lo reconociesen. Según Aznar, "cuando uno quiere casarse, tiene que prepararse para la boda. Como son dos los que se casan, tienen que prepararse los dos. Ni Polonia, ni la UE tienen ganas, ni interés en mantener un noviazgo eterno. Lo que hace falta es que los preparativos para esa boda sean lo más rápidos posible. Y, por parte de la UE, que anuncie unas condiciones que permitan que ese proceso de ampliación, políticamente deseable, se produzca lo más rápidamente posible".

En su declaración inicial, ya había dejado claro Aznar que desea la incorporación a la UE de Polonia como miembro de pleno derecho cuanto antes. Y aprovechó el presidente español la ocasión para echar un capote a Buzek, su colega y correligionario en el Partido Popular Europeo, quien se encuentra de capa caída en los sondeos, con casi todas las papeletas para perder las próximas elecciones legislativas. Aznar ratificó su deseo de "alentar y estimular toda la tarea de adaptación, de reforma y de modernización que el primer ministro Buzek está impulsando en Polonia".

Un periodista polaco le preguntó a Aznar por el peso que España concedería a Polonia en la ampliada UE, si sería el de un país grande. El jefe del Ejecutivo español respondió: "No puedo prejuzgar los resultados de las negociaciones. Sin duda, estoy convencido de que Polonia forma parte de las grandes naciones y Estados europeos y tendrá ese reconocimiento".

Las dos caras del poscomunismo

Media docena de jubilados polacos, que llevan cinco días en huelga de hambre para exigir una subida de sus pensiones, se manifestaban ayer con pancartas desplegadas frente a la sede del edificio del primer ministro en Varsovia. Al mismo tiempo, el coche de José María Aznar era recibido con honores militares.Media docena de jubilados, que se habían quedado en cinco porque uno de ellos tuvo que ser hospitalizado, eran la expresión palpable de los excluidos del milagro económico de la Polonia resurgida tras el desmoronamiento del comunismo.

No eran nada comparado con las decenas de miles de obreros en huelga en la región del Báltico, que hace ahora 20 años consiguieron imponer al régimen comunista el primer sindicato independiente y el reconocimiento del derecho de huelga.

Aznar y Buzek lucían un aspecto de recién llegados de vacaciones, con los rostros quemados por el sol. Entre los dos políticos parece existir buena sintonía. Así se advierte en el lenguaje corporal. Al bajar del coche Aznar, hubo hasta un simulacro de carantoña. Al terminar los honores militares, Buzek y Aznar se retiraron con el brazo de uno en la espalda del otro.

Expresó Aznar su satisfacción por poder acudir hoy a Gdansk a los actos conmemorativos del 20º aniversario del nacimiento de Solidaridad: "Sin duda no hubiese terminado la tiranía comunista sin Solidaridad. Abrió caminos a la libertad. Sin duda esa vieja llamada de Solidaridad es más nueva que nunca en los caminos que tiene que abrirse Polonia en la UE. Espero que este camino esté concluido pronto para la sociedad polaca". No quedó claro si la media docena de jubilados compartían este optimismo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En