'Estilo y acento'

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En el baile flamenco hay un antes y un después de Vicente Escudero (Valladolid, 1892-Madrid, 1980). Escudero, que decía ser gitano pero sus biógrafos no lo tienen nada claro, fue además de bailaor, escritor, pintor, cantaor y hasta director de un corto; pero lo más importante fue su contribución al baile masculino.Antes de sus éxitos en 1925 en París y a finales de los cincuenta en Estados Unidos, el hombre era un mero acompañante para la bailaora; él protagonizó el cambio y dejó por escrito las reglas a seguir. Su decálogo sobre el baile flamenco tiene los siguientes puntos: bailar en hombre; sobriedad; girar la muñeca de dentro a fuera y con los dedos juntos: bailar asentao y pastueño; las caderas quietas; armonía de pies, brazos y cabeza: estética y plástica sin mixtificaciones; estilo y acento; bailar con indumentaria tradicional y lograr variedad de sonidos con el corazón, sin chapas en los zapatos, sin escenarios postizos ni otros accesorios.

"Ese duende que tanto cacarean eruditos y profanos es un mito que desaparece bailando con sobriedad y hombría, traduciéndose entonces en el misterio que todo arte lleva. A los diez puntos de mi decálogo tiene irremediablemente que ajustarse quien quiera bailar con pureza", escribió.