GESTIÓN - LA INVERSIÓN ASCIENDE A 205 MILLONES

La Comunidad inicia la restauración de los frescos del monasterio de El Paular

El monasterio de El Paular (siglo XIV), en Rascafría, gozará de una nueva reforma. La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha iniciado un expendiente para restaurar los frescos de este monumento histórico-artístico. Está previsto que todas las pinturas estén listas dentro de dos años, como máximo. Esta medida se une a otras mejoras que se efectúan desde 1987 de forma conjunta entre el Gobierno regional de la Comunidad y por el Ministerio de Educación y Cultura, en las que ya se han invertido 500 millones de pesetas.

Los trabajos se centrarán en la restauración de lo...

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El monasterio de El Paular (siglo XIV), en Rascafría, gozará de una nueva reforma. La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha iniciado un expendiente para restaurar los frescos de este monumento histórico-artístico. Está previsto que todas las pinturas estén listas dentro de dos años, como máximo. Esta medida se une a otras mejoras que se efectúan desde 1987 de forma conjunta entre el Gobierno regional de la Comunidad y por el Ministerio de Educación y Cultura, en las que ya se han invertido 500 millones de pesetas.

Monumento de 1390

Los trabajos se centrarán en la restauración de los frescos de las salas capitulares, las capillas, las cubiertas y las galerías de la iglesia del monasterio. La inversión supondrá 205 millones de pesetas, que se sufragarán en varios años. El primer año se gastarán 116,6 millones, y el siguiente, otros 63,4.Desde 1985, cuando la Comunidad de Madrid asumió las competencias en materia de Patrimonio Histórico, el Gobierno regional ha ejecutado labores de restauración junto con el Ministerio de Cultura. Esta Administración ha acometido obras en las cubiertas del claustro gótico, en diferentes fases. Mientras, la Comunidad ha mejorado las cubiertas de la iglesia, las capillas anejas y el claustrillo, además de la barroca cámara del Transparente, los muebles, los retablos, las tallas y los doseles.

"Hemos redactado un expediente por urgencia porque los frescos se encuentran muy deteriorados. Si nos retrasamos cinco o seis meses, puede ser demasiado tarde para acometer estas obras", señaló el viceconsejero de Educación, Juan Carlos Doadrio.

Las obras de construcción del monasterio se inician en 1390, durante el reinado de Juan I, por encargo expreso de su padre, el rey Enrique II de Trastámara. Este rey, con grandes remordimientos de conciencia por haber incendiado un convento de cartujos durante sus campañas en Francia, encomendó en su lecho de muerte a su hijo la fundación de un convento de dicha orden. Para levantarlo cedió a los monjes unos terrenos en el valle del Lozoya, donde se encontraban unos pabellones de caza y una ermita dedicada a Santa María del Pobolar.Los trabajos para levantar la actual iglesia comienzan en 1406, bajo la dirección del cantero vallisoletano Gil Fernández. En la época de los Reyes Católicos se cambia la estructura del edificio. Se acomete el claustro principal, el atrio de la iglesia y el magnífico retablo de alabastro que se conserva al fondo del presbiterio.

En 1755, un terremoto sacudió los cimientos del cenobio. El siglo XIX trajo la decadencia y ruina del monasterio. En 1835, la Desamortización provocó su abandono, hasta tal punto que en 1876 la administración se vio obligada a clausurarlo. Fue en este año cuando se declaró monumento histórico-artístico nacional a petición de la Academia de Bellas Artes. En 1909, un rayo aceleró el proceso de degradación. De 1940 a 1945, el arquitecto Pedro Muguruza emprendió las primeras labores de reconstrucción. Finalmente, en 1954 el Estado entrega la antigua cartuja en usufructo a la orden de los benedictinos, que ocupa parte del edificio.

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