Las autoridades vigilan que no se violen las leyes antimonopolio

Las preocupaciones de las autoridades de la competencia por los llamados mercados eléctronicos B2B (de empresa a empresa) aumentan con la misma rapidez que las compañías de una misma industria se aprestan a unir sus fuerzas en Internet para reducir sus gastos. A la vez que la Comisión Europea dio su visto bueno a primeros de mes a MyAircraft.com, una plataforma del sector aerospacial, los reguladores advirtieron de que no todas las iniciativas conjuntas de comercio electrónico tendrán un final feliz.Conocidos por su nombre en inglés, los marketplaces son la última versión de las nuevas ...

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Alerta en Bruselas

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Las preocupaciones de las autoridades de la competencia por los llamados mercados eléctronicos B2B (de empresa a empresa) aumentan con la misma rapidez que las compañías de una misma industria se aprestan a unir sus fuerzas en Internet para reducir sus gastos. A la vez que la Comisión Europea dio su visto bueno a primeros de mes a MyAircraft.com, una plataforma del sector aerospacial, los reguladores advirtieron de que no todas las iniciativas conjuntas de comercio electrónico tendrán un final feliz.Conocidos por su nombre en inglés, los marketplaces son la última versión de las nuevas políticas comerciales de las empresas. Son mercados creados por compañías de la misma industria -desde automovilísticas hasta químicas- para comprar y vender componentes de forma conjunta con el objetivo de ahorrarse miles de millones de pesetas en costes. "Comprarán más barato, pero a dos o tres", indica Javier Pérez, de Andersen Consulting, "¿y los demás?".

Estas páginas, que suelen reunir gran cantidad de datos sensibles y son promovidas generalmente por rivales, también son terreno abonado para pactar precios. Los grandes tienen el potencial de ponerse de acuerdo en las tarifas. Los proveedores no tienen más remedio que vender.

"Cuando los marketplaces nacen de la unión de grandes empresas para comprar, suena a oligopolio", añade Pérez. "Habrá que ver si no tienen problemas legales". El primero de ellos ha salido ileso. MyAircraft.com, una empresa conjunta creada por las firmas estadounidenses United Tecnologies y Honeywell, fue la primera en ser sometida al control antimonopolio de Bruselas, a primeros de agosto. Pero un portavoz comunitario ya advirtió de que esta decisión no supondrá una aprobación automática de todos estos megaproyectos de B2B y señaló con el dedo a la industria del automóvil.

Más duros serán los reguladores con la unión de los gigantes del automóvil en Covisint, un mercado electrónico creado por Ford, General Motors y DaimlerChrysler, líderes de un mercado de más de 250.000 millones de dólares. ¿Qué no tienen que hacer para trasgredir la ley? "Una violación potencial se produciría si las empresas intercambian precios u otro tipo de información sensible; eso sería un cartel y no podríamos autorizarlo", afirman en Bruselas.La industria petrolera -un mercado de 125.000 millones de dólares- también ha formado uno de estos gigantes electrónicos. En la lista aparecen la española Repsol YPF, la británica BP Amoco, la angloholandesa Shell y la francesa TotalFinaElf.

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