Abu Sayyaf libera a tres asiáticos, pero retiene a los 12 occidentales

El final feliz que el Gobierno filipino, a través de sus mediadores, lleva anunciando desde hace una semana deberá esperar. La guerrilla islámica de Abu Sayyaf puso en libertad este fin de semana a los tres últimos rehenes malaisios en su poder, pero optó por retener, en contra de lo previsto, a los 12 occidentales, quienes, al parecer, se negaron a ser liberados en paquetes de dos o tres personas."Después de estar esperando cuatro meses, me encuentro muy contenta de que todo haya terminado", aseguró ayer Emily Fong, esposa de Basilius, capturado en abril. Cerca de 300 familiares y amig...

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El final feliz que el Gobierno filipino, a través de sus mediadores, lleva anunciando desde hace una semana deberá esperar. La guerrilla islámica de Abu Sayyaf puso en libertad este fin de semana a los tres últimos rehenes malaisios en su poder, pero optó por retener, en contra de lo previsto, a los 12 occidentales, quienes, al parecer, se negaron a ser liberados en paquetes de dos o tres personas."Después de estar esperando cuatro meses, me encuentro muy contenta de que todo haya terminado", aseguró ayer Emily Fong, esposa de Basilius, capturado en abril. Cerca de 300 familiares y amigos recibieron a los tres liberados entre vítores y lágrimas en Kota Kihabalu, al norte de la isla de Borneo, en Malaisia. El resto, nueve occidentales secuestrados mientras hacían turismo y un equipo de televisión francesa, deberá esperar unos días más en la isla de Joló (a unos 960 kilómetros al sur de Manila). El Gobierno libio, que ha jugado un papel clave en la mediación, decidió anoche continuarla "a petición de los países afectados", a pesar de haber anunciado el día anterior un plazo de 48 horas a su trabajo. "Tratamos de evitar cualquier escalada que ponga en peligro la vida de los rehenes", explicó poco antes el responsable libio de Exteriores. Sobre el fracaso para obtener la libertad de los 12 occidentales, el ministro considera que ésta es una prueba "de la falta de confianza" entre las partes, pues Abu Sayyaf teme que el Ejército filipino aproveche la entrega de los últimos rehenes para lanzar un ataque demoledor.

El mediador del Gobierno de Manila, Roberto Aventajado, aseguró que su intención es mantener abierta la vía negociadora aun en el caso de que Libia se retire.

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