LA OFENSIVA DE ETA

Interior cree que uno de los etarras muertos en Bilbao participó en el asesinato de Carpena

Uno de los cuatro presuntos miembros de ETA fallecidos el lunes por la noche en Bilbao al estallar su vehículo lleno de explosivos, Ekain Ruiz Ibarguren, formaba parte, según Interior, del comando que asesinó a tiros en Málaga hace menos de un mes al concejal del PP José María Martín Carpena. Un comunicante anónimo que decía hablar en nombre de ETA aseguró en una llamada al diario abertzale Gara que tanto él como Patxi Rementeria Barruetabeña, supuesto jefe del comando Vizcaya, viajaban en el vehículo destruido. Los otros dos muertos en la explosión son, a falta de confirmación oficial, Urko G...

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Uno de los cuatro presuntos miembros de ETA fallecidos el lunes por la noche en Bilbao al estallar su vehículo lleno de explosivos, Ekain Ruiz Ibarguren, formaba parte, según Interior, del comando que asesinó a tiros en Málaga hace menos de un mes al concejal del PP José María Martín Carpena. Un comunicante anónimo que decía hablar en nombre de ETA aseguró en una llamada al diario abertzale Gara que tanto él como Patxi Rementeria Barruetabeña, supuesto jefe del comando Vizcaya, viajaban en el vehículo destruido. Los otros dos muertos en la explosión son, a falta de confirmación oficial, Urko Gerrikagoitia y Zigor Arramberri, según adelantó ayer la cadena SER en Euskadi.

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Patxi Rementeria, un veterano activista de 39 años y 19 de militancia en la banda, y Ekain Ruiz Ibarguren, nacido en Hernani en 1977, eran los supuestos liberados (a sueldo) del comando mientras que los otros dos fallecidos actuaban como colaboradores, según medios relacionados con la investigación que cita Vasco Press y que confirmaron las dos últimas identidades. La Ertzaintza no las ha ratificado oficialmente, ya que el caso está bajo secreto de sumario. Las Fuerzas de Seguridad del Estado difundieron el pasado 28 de julio la identidad y la fotografía de Ruiz Ibarguren como uno de los cuatro miembros del comando que asesinó a Martín Carpena el 15 de julio y puso una bomba lapa en el coche del dirigente socialista malagueño José Asenjo cuatro días después.

Ruiz Ibarguren también estaba acusado de formar parte de un grupo satélite del comando Donosti que asesinó en marzo de 1997, en la capital guipuzcoana, al funcionario de prisiones Francisco Javier Gómez Elósegui. Inmediatamente después del crimen fue detenido su autor, Fernando Elejalde, y Ruiz se dio a la fuga antes de que la policía le detuviese en su casa.

En marzo pasado, tras un atentado contra una patrulla de la Guardia Civil en el cuartel donostiarra de Intxaurrondo, la policía distribuyó su fotografía como posible miembro del comando Donosti antes de situarle en julio en Andalucía.

Los otros dos activistas eran vecinos de la localidad vizcaína de Durango. Urko Gerrikagoitia, de 22 años, fue detenido por la Ertzaintza el 9 de febrero de 1997, en Elorrio, acusado de participar en los desórdenes públicos que siguieron a la muerte en prisión de un miembro de ETA. Al día siguiente quedó en libertad. Zigor Aramberri, de la misma edad, carecía de antecedentes policiales.

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Los datos de que disponen los investigadores de la Ertzaintza permitieron en la tarde del martes el descubrimiento en Bilbao de un piso que los miembros del comando alquilaron hace cerca de un año.

Vecinos de la vivienda, el quinto derecha del número 8 de la calle Circunvalación, aseguran que los inquilinos "no se movían mucho por el barrio", informa Loreto Setién. Su buzón figuraba ayer a nombre de Alberto Pascual. La Ertzaintza descubrió ayer aparcado en Bilbao un vehículo usado presuntamente por los miembros del grupo.

Fuentes de la lucha antiterrorista barajan que los cuatro activistas muertos podían estar trasladando su armamento y sus explosivos a otro lugar que les pareciese más seguro cuando se produjo la explosión -lo que explicaría que todos viajasen en el mismo coche- o que estaban ultimando la preparación de un atentado inminente.

Los 25 kilos de titadine que reventaron sus cuerpos forman parte de la misma partida de ocho toneladas que ETA robó en un polvorín de la Bretaña francesa en septiembre, al igual que las cargas de los dos coches bombas que la banda utilizó el martes: en Zumaia, contra el presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, y en Madrid.

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