Los astrónomos descubren una decena de nuevos planetas extrasolares

Uno de estos cuerpos, el más cercano de los encontrados, está a 10,7 años luz de la Tierra

La búsqueda de planetas que orbitan alrededor de otras estrellas está más animada que nunca. Varios equipos de astrónomos europeos y estadounidenses, fieros competidores en este terreno, anunciarán hoy el hallazgo de cerca de una decena de nuevos planetas, en la primera hornada de la asamblea de la Unión Astronómica Internacional (IAU) que se celebra en Manchester (Reino Unido). Uno de estos nuevos mundos está a sólo 10,7 años luz de la Tierra, alrededor de una estrella visible a simple vista en la constelación de Eridanus y es del tamaño de Júpiter.

Incluyendo estas últimas detecciones...

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La búsqueda de planetas que orbitan alrededor de otras estrellas está más animada que nunca. Varios equipos de astrónomos europeos y estadounidenses, fieros competidores en este terreno, anunciarán hoy el hallazgo de cerca de una decena de nuevos planetas, en la primera hornada de la asamblea de la Unión Astronómica Internacional (IAU) que se celebra en Manchester (Reino Unido). Uno de estos nuevos mundos está a sólo 10,7 años luz de la Tierra, alrededor de una estrella visible a simple vista en la constelación de Eridanus y es del tamaño de Júpiter.

Universidad de Tejas

Incluyendo estas últimas detecciones los astrónomos han catalogado ya más de cuarenta planetas extrasolares, pero ninguno se parece a la Tierra.La competición no oficial para ver quién detecta más y mejores planetas girando alrededor de estrellas distinta del Sol -lo que los astrónomos llaman planetas extrasolares-, empezó hace cinco años, cuando un equipo europeo liderado por el suizo Michel Mayor detectó el primero. Hasta entonces la búsqueda de estos cuerpos se consideraba una empresa destinada al fracaso, dada su dificultad: los planetas no sólo son cuerpos que no brillan, sino que están junto a otro que sí brilla -la estrella central- y que los oculta a ojos de los teles-copios.

Distancia a la estrella

Pero primero Mayor, y después decenas de astrónomos en todo el mundo, han desarrollado técnicas precisas para detectar la presencia de planetas sin necesidad de verlos. Así se ha descubierto que la formación de sistemas planetarios es un fenómeno mucho más común de lo que se pensaba.

Los equipos de buscadores de planetas presentarán hoy su cosecha en la reunión que la IAU celebra alrededor de una vez cada tres años, y que esta vez congrega a unos 2.000 astrónomos de todo el mundo durante dos semanas. Dado el elevado tono adquirido por la carrera en pos de nuevos mundos, se espera que la sesión de cuatro días dedicada a esta especialidad sea una de las más concurridas.

Por lo pronto los servicios de prensa de la reunión han adelantado ya que los principales grupos europeos y estadounidenses -entre ellos el de Mayor- vienen con cerca de una decena de nuevos planetas, y que uno de ellos está en una de las 15 estrellas más próximas a la Tierra, Epsilon Eridani -la quinta estrella más brillante de la constelación de Eridanus-. Sus descubridores son astrónomos de la Universidad de Tejas (EEUU) que ya tienen otros tres nuevos planetas en su currículo.Para Michael Cochran, miembro del equipo, "detectar un planeta orbitando alrededor de esta estrella, que es muy similar a nuestro propio Sol, es como encontrarlo en nuestro propio jardín, hablando en términos relativos. Puedes salir por la noche, señalar la estrella con el dedo y decir: mira, esa estrella tiene un planeta a su alrededor".

El grupo se ha basado en observaciones realizadas con cuatro telescopios y tres técnicas diferentes. El nuevo planeta está sin bautizar porque aún no se ha establecido una forma de catalogar a estos cuerpos, y Cochran espera precisamente que esta semana en la IAU se llegue a un acuerdo. La masa de este planeta se estima entre 0,8 y 1,6 veces la masa de Júpiter; tarda unos siete años en completar una órbita en torno a su estrella central, aproximadamente un 60% de lo que tarda Júpiter pero bastante más que la mayoría de los demás planetas descubiertos. Es una órbita muy excéntrica.

Lo más importante, sin embargo, no es sólo "que el planeta esté próximo a nosotros, sino que se encuentra a 478 millones de kilómetros de su estrella central, que viene a ser la distancia del Sol al cinturón de asteroides", dice Cochran. Eso implica, en su opinión, que "podría haber espacio para un planeta similar a la Tierra más cerca de la estrella Epsilon Eridani, y tal vez en una zona habitable".

La distancia del planeta a su estrella es relevante, entre otras cosas, porque los mundos hallados hasta ahora desafían las teorías al uso sobre la formación de sistemas planetarios, según las cuales los planetas masivos y gaseosos, como Júpiter, se forman lejos de la estrella central.Todos los planetas extrasolares conocidos son parecidos a Júpiter -el último tiene entre 0,8 y 1,6 veces la masa de Júpiter y también es gaseoso-, pero están demasiado cerca de la estrella central como para encajar en los modelos. Hay astrónomos que piensan que se han formado más lejos y que poco a poco se han ido acercando a la estrella central.

Otra razón por el que la distancia entre el planeta y la estrella es importante es que sólo a partir de cierto punto se estima que en caso de existir agua ésta se encontraría en estado líquido, algo que se cree indispensable para el desarrollo de la vida. Es lo que los expertos llaman la zona habitable. Ninguno de los planetas catalogados está en esa zona y en general ninguno se parece a la Tierra, algo que los científicos tienen claro pese a que, como no hay imagen directa de estos cuerpos, tampoco se puede saber su composición química, por ejemplo.

Búsqueda ingeniosa pero indirecta

Las técnicas que usan los astrónomos para detectar los planetas extrasolares son ingeniosas pero indirectas. Por ejemplo la de la atracción gravitatoria: aunque un planeta es mucho más pequeño que la estrella a la que orbita también tira de ella por su gravedad, y el astro sufre un ligero bamboleo a medida que el planeta se mueve. Estos movimientos en las estrellas sí puede percibirse con instrumentos muy sensibles. Los astrónomos tratan de detectar estos cuerpos en miles de estrellas identificadas como candidatas.

Pero hasta ahora no se ha podido fotografiar ningún planeta extrasolar, pese a que la NASA presentó en 1988 una foto de uno de ellos. Después tuvo que retractarse y explicar que el objeto era una estrella corriente.

En Manchester se verán también nuevos datos sobre un tipo especial de planetas: los que flotan libremente, o en inglés, free floating. Son cuerpos que no orbitan alrededor de ninguna estrella sino que están solos en regiones donde habitualmente se forman estrellas.

Los expertos piensan que son estrellas fallidas, que empezaron su formación pero que son demasiado pequeñas como para iniciar las reacciones nucleares que hacen brillar a las estrellas. No todos están de acuerdo en llamar planetas a estos objetos, demasiado parecidos a las llamadas enanas marrones -estrellas tan pequeñas que no brillan, pero mayores que los free floating-. La frontera entre planeta y enana marrón será otro tema de debate en Manchester.

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