Bocas cerradas ante el pacto del agua

La boda se escenificó con todo su ritual, aunque sin el consentimiento de los novios. La ciudad amaneció empapelada con carteles y octavillas que, a modo de tarjetones, anunciaban el evento, fotografía incluida de los contrayentes enlazados con corazones y floreadas guirnaldas. No faltaron los vítores y el arroz, mientras los no invitados preguntaban insistentemente por la tarta.La protesta ciudadana contra la privatización del servicio de agua potable en Alcoy se convirtió ayer en una carga de profundidad irónica contra el alcalde de la ciudad, el socialista Josep Sanus, y el jefe de f...

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La boda se escenificó con todo su ritual, aunque sin el consentimiento de los novios. La ciudad amaneció empapelada con carteles y octavillas que, a modo de tarjetones, anunciaban el evento, fotografía incluida de los contrayentes enlazados con corazones y floreadas guirnaldas. No faltaron los vítores y el arroz, mientras los no invitados preguntaban insistentemente por la tarta.La protesta ciudadana contra la privatización del servicio de agua potable en Alcoy se convirtió ayer en una carga de profundidad irónica contra el alcalde de la ciudad, el socialista Josep Sanus, y el jefe de filas del PP, Miguel Peralta, que han unido sus votos para sacar adelante un proyecto muy contestado por las fuerzas de izquierda EU y NE, que se divorciaron de Sanus tras conocer sus planes, y por buena parte de la ciudadanía. La privatización se consumó con la adjudicación del servicio, por 25 años, a la única empresa que optaba al concurso, Seragua, filial de Fomento de Construcciones y Contratas.

Un grupo de vecinos, aglutinados en torno al colectivo Iniciativa Ciutadana per la Gestió Pública de l'Aigua, acudió al pleno de ayer para escenificar su última queja, a la que no pudieron sumarse más efectivos por la hora en que Sanus convocó la reunión: las 8.30 de la mañana. Los que no tenían trabajo a esa hora se presentaron en el salón de plenos con la boca tapada con esparadrapo, en señal de protesta por la negativa de socialistas y populares a concederles la gracia o el derecho, según se mire, a participar en el debate a través de una moción.

Aplaudieron las intervenciones de los portavoces de EU y NE, Lluís Torró y Francesc Valor, respectivament, que hicieron suyos los planteamientos de Iniciativa, y al finalizar la sesión dedicaron al alcalde y al líder del PP un significativo "¡Vivan los novios!" con el que se quiso criticar su alianza para la privatización, a la que se oponían 9.000 alcoyanos con firma y rúbrica. Entonces llegó la lluvia de arroz, que ambos soportaron, y la denuncia de que se trata de un matrimonio "de conveniencia".

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