Tribuna:TOUR 2000. Novena etapa. CORRESPONSAL EN EL PELOTÓN

Ilusiones de amarillo

No se crean, no se crean, no por mucho haber llegado con retraso menos dura ha sido la etapa, no. La media ha sido de 40, de todas maneras, y hemos trabajado y peleado mucho.La etapa ha sido un poco festival de equipos, de todas maneras. De salida, y visto lo visto de los últimos días, estábamos todos con las orejas tiesas, pensando que en cualquier momento se iba a arrancar, pero nada, nada, nada. Tranquilos hasta el primer sprint. Allí ya se arrancó. Hubo unos cuantos intentos. Ninguno se consolidó. Y de repente se paró todo. Todos con la mosca detrás de la oreja. A ver cuándo se arra...

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No se crean, no se crean, no por mucho haber llegado con retraso menos dura ha sido la etapa, no. La media ha sido de 40, de todas maneras, y hemos trabajado y peleado mucho.La etapa ha sido un poco festival de equipos, de todas maneras. De salida, y visto lo visto de los últimos días, estábamos todos con las orejas tiesas, pensando que en cualquier momento se iba a arrancar, pero nada, nada, nada. Tranquilos hasta el primer sprint. Allí ya se arrancó. Hubo unos cuantos intentos. Ninguno se consolidó. Y de repente se paró todo. Todos con la mosca detrás de la oreja. A ver cuándo se arranca, a ver cuándo se arranca, todos mirándonos. Hasta que se animó la cosa. Otra vez ataques y ataques hasta que se formó un buen grupo. Estaba yo y estaba Odriozola. Éramos 15 corredores. También estaban Etxebarria y Gutiérrez, Hernández y Hamilton, y hasta Zabel. Yo los miré a todos, vi que era el único que estaba del corte del otro día y hasta empecé a hacerme ilusiones de que si llegaba la cosa me podría poner de amarillo, pero enseguida llegaron noticias de que tiraban Mercatone y Française, y a los tres kilómetros lo dejamos. Llegó otro corte multitudinario, en el que se colaron Beltrán y el líder Elli, pero entre los Rabobank y los Ag2r, que no habían metido a nadie, lo echaron abajo. Otra vez calma. Y al poco se puso el Festina a controlar la marcha.

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Y al ponerse el Festina y quedando sólo 70 kilómetros nos quedamos todos tranquilos. Ya no habrá fugas, nos dijimos. Así hasta meta. Pero en la última cota, los tres que se la jugaron esprintaron y al poco vi que arrancaba Vidal detrás de ellos. Bah, éstos no llegan muy lejos pensé. Pero al poco, nada, 55s, y 1.05m en la de 25 kilómetros, y 1.05m clavados al de la de 20, y al de la de 10. Y empecé a pensar que llegaban. La de cinco, la de cuatro, parece que baja, parece que caen, allá en la recta... Y nada. Por una vez calcularon mejor los fugados que los perseguidores.

Sí, ahora se acaba esta locura, pero llega la otra. A ver, a ver. Hay 100 kilómetros de llano antes del Marie-Blanque y allí pueden pasar muchas cosas. Se puede salir rápido o tranquilo, buscar cortes o no, y hay muchas variables. Sí, 100 kilómetros dan para mucho.

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