Historia de dos ciudades

Que Elche no es Alicante ni los ilicitanos se sienten alicantinos -y a la inversa-, no es nada nuevo en el panorama socio-político valenciano. Alicante y Elche son dos urbes con entidad propia, segunda y tercera en número de habitantes de la Comunidad Valenciana, respectivamente; una, centrada más en los servicios y la otra, eminentemente industrial, situadas a escasos 20 kilómetros de distancia, que han crecido paralelamente en el tiempo pero en dirección opuesta sobre los planos.Los recelos de una y otra por ver solapado su peso específico con una hipotética unión administrativa o física,...

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Que Elche no es Alicante ni los ilicitanos se sienten alicantinos -y a la inversa-, no es nada nuevo en el panorama socio-político valenciano. Alicante y Elche son dos urbes con entidad propia, segunda y tercera en número de habitantes de la Comunidad Valenciana, respectivamente; una, centrada más en los servicios y la otra, eminentemente industrial, situadas a escasos 20 kilómetros de distancia, que han crecido paralelamente en el tiempo pero en dirección opuesta sobre los planos.Los recelos de una y otra por ver solapado su peso específico con una hipotética unión administrativa o física, son históricos, y esos temores se han traducido en un desarrollo urbanístico que muy pocos expertos consiguen entender. Para evitar ese encuentro, Alicante ha mantenido, y mantiene, la tendencia de crecer hacia el norte, mientras Elche hace lo propio hacia el sur. En medio, una inmensa bolsa de terreno virgen, el aeropuerto, la institución ferial y algunas industrias aisladas. Nada más.

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El nuevo anteproyecto de ley de áreas metropolitanas del Consell no es el primer intento político de potenciar un desarrollo y servicios comunes en ambos municipios. Antes, administraciones y empresarios ya lo intentaron con el fallido proyecto del Triángulo Alicante-Elche-Santa Pola, auspiciado sin mucho entusiasmo por los sucesivos gobiernos socialistas de Joan Lerma y enterrado por los populares, que lo sustituyeron por el llamado Plan de Acción Territorial del Entorno Metropolitano Alicante-Elche, igualmente inoperante.

"No tenemos nada contra Alicante, pero sí contra la ley". Esta es la opinión que mantienen todos los colectivos, entes sociales y partidos políticos de Elche. Eduardo Zaplana ha mentado la bicha, y lo tiene difícil.

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