Pujol: "Un lenguaje de otros tiempos"

"Durante muchas décadas la historia de España se ha enseñado al servicio del nacionalismo español que aplastaba las personalidades de Cataluña, el País Vasco y Galicia, y en ningún momento la Real Academia de la Historia dijo nada", aseguró ayer el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. "Me ha sorprendido la música del informe", añadió, "me recuerda un lenguaje de otros tiempos. Da la sensación de que a quienes lo han redactado no les gusta nada esto del Estado de las Autonomías. Es una mala aportación al diálogo". Sin embargo, Pujol constató que cuando el informe de la Real Ac...

"Durante muchas décadas la historia de España se ha enseñado al servicio del nacionalismo español que aplastaba las personalidades de Cataluña, el País Vasco y Galicia, y en ningún momento la Real Academia de la Historia dijo nada", aseguró ayer el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. "Me ha sorprendido la música del informe", añadió, "me recuerda un lenguaje de otros tiempos. Da la sensación de que a quienes lo han redactado no les gusta nada esto del Estado de las Autonomías. Es una mala aportación al diálogo". Sin embargo, Pujol constató que cuando el informe de la Real Academia de la Historia cita ejemplos, "ninguno afecta a Cataluña". La consejera de Enseñanza de la Generalitat, Carme Laura Gil, que ya el martes reaccionó contra el informe reclamando el derecho a que las nacionalidades históricas pudieran contar la historia de España "desde su propia óptica", dio ayer un paso más en su denuncia de la actitud del Ministerio de Educación y acusó ayer a la ministra Pilar del Castillo de haber encargado el informe para poder entrar así por la puerta falsa en el debate de la reforma de la enseñanza de las humanidades.

El presidente de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, pese a asegurar que no quería entrar en la polémica y pedir un debate más sosegado sobre este "asunto complicado", recordó que en su programa electoral ya había una referencia al tema. "Lo que hay que establecer es una historia común de los pueblos de España", en el sentido de no se trata de que cada nación o cada autonomía tenga la suya, ni tampoco que se imponga la de un nacionalismo español uniformista.

Como Maragall, casi toda la clase política catalana opinó ayer sobre la enseñanza de la historia. El portavoz parlamentario del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, que es historiador, pidió a los políticos "que dejen hacer el trabajo a los profesionales de la historia". Nadal también apuntó que en lo que atañe a Cataluña, el informe no da "ninguna concreción que puedar dar pie a decir que existe una manipulación en los libros de historia", y destacó que "muchos libros escritos y producidos en Cataluña se utilizan en centros de todo el Estado". Como mucho, añadió, el informe de la Academia pondría de manifiesto que "hay alguna excepción que legitima esta regla".