El anciano enfermo de Alzheimer que se fue del hospital lleva ya 15 días perdido

Los seis hijos de Emilio Zubeldia, el enfermo de Alzheimer de 77 años que el día 7 de junio se fue sin dinero ni documentación del hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, llevan desde ayer dos semanas sin tener noticias de su padre. La familia, que aún no ha perdido la esperanza, continúa pegando carteles con la foto de Emilio por toda la ciudad y no deja de salir a buscarle a diario.El portavoz de los familiares, el abogado Jesús González, dijo ayer que se está agotando el efecto que se produjo en la opinión pública cuando la noticia salió a la luz a mediados de la semana pasada: "Al principio...

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Los seis hijos de Emilio Zubeldia, el enfermo de Alzheimer de 77 años que el día 7 de junio se fue sin dinero ni documentación del hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, llevan desde ayer dos semanas sin tener noticias de su padre. La familia, que aún no ha perdido la esperanza, continúa pegando carteles con la foto de Emilio por toda la ciudad y no deja de salir a buscarle a diario.El portavoz de los familiares, el abogado Jesús González, dijo ayer que se está agotando el efecto que se produjo en la opinión pública cuando la noticia salió a la luz a mediados de la semana pasada: "Al principio recibimos muchas llamadas que decían haber visto a Emilio o que daban pistas, todas erróneas. Pero hoy [por ayer] ya no hemos recibido ni una sola llamada".

Las labores de búsqueda de la policía, que se reforzaron también la pasada semana, van igualmente decayendo. Durante varios días salió a la calle una patrulla de la brigada de homicidios acompañada por alguno de los hijos de Emilio en un coche sin distintivos de la policía, sin resultado.

Tanto la familia como los agentes que han investigado el caso creen que es muy extraño que no se haya sabido nada de Emilio en estas dos semanas. "La policía nos dice que si le hubiese pasado algo, si estuviese herido o hubiese fallecido, alguien lo habría encontrado. Parece imposible que no aparezca por ningún lado", comenta González, que añade que esas circunstancias también animan a la familia a albergar esperanzas de que continúe vivo. La creencia a la que se aferran sus hijos es que, de alguna manera, alguien tenga a Emilio bajo su cuidado y aún no sepa que ellos le están buscando.

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