Greco, un mito de Cosa Nostra refugiado en suelo español

Giovanni Greco, de 44 años, casado y padre de dos hijos, nació en Palermo, la ciudad siciliana donde la organización criminal Cosa Nostra ha extendido durante los últimos 40 años su base más sólida y segura. Bajo la falsa finalidad de "proteger" a los débiles y eliminar los abusos del poder, este grupo mafioso ha cometido un rosario interminable de crímenes y otros delitos. Considerado por la policía italiana como uno de los mitos de Cosa Nostra, Greco, cuya extradición a Italia acaba de anular el Tribunal Constitucional, es uno de los centenares de mafiosos italianos que ha encontrado en Espa...

Giovanni Greco, de 44 años, casado y padre de dos hijos, nació en Palermo, la ciudad siciliana donde la organización criminal Cosa Nostra ha extendido durante los últimos 40 años su base más sólida y segura. Bajo la falsa finalidad de "proteger" a los débiles y eliminar los abusos del poder, este grupo mafioso ha cometido un rosario interminable de crímenes y otros delitos. Considerado por la policía italiana como uno de los mitos de Cosa Nostra, Greco, cuya extradición a Italia acaba de anular el Tribunal Constitucional, es uno de los centenares de mafiosos italianos que ha encontrado en España el refugio más cálido y seguro. Sus dos hijos son españoles.

Greco huyó de Palermo en 1981 y se refugió en Ibiza bajo una identidad falsa. Seis años más tarde, fue condenado en Palermo a 26 años de cárcel por homicidio y asociación mafiosa. Sin embargo, mientras el presidente del tribunal leía su sentencia condenatoria, él se encontraba pescando en alta mar y disfrutaba de una vida plácida y tranquila. Allí nadie nadie conocía su vidrioso pasado.

El 4 de octubre de 1997 la apacible vida de Gionanni en Ibiza sufrió un vuelco monumental. Agentes españoles y miembros del Servicio Central Operativo de la policía italiana lo detuvieron y pusieron en manos de los tribunales de justicia españoles. En febrero, sólo cuatro meses más tarde, obtuvo la libertad. Su defensa alegó que había sido detenido por causas juzgadas en Italia en su ausencia y sin las garantías mínimas de defensa.

Greco y su esposa cambiaron de residencia y se trasladaron a Palma de Mallorca. Allí fue arrestado de nuevo, según su abogado, por un "error" e ingresó en prisión. La presión de las autoridades italianas sobre España provocó esta nueva detención. En marzo de 1999, el presunto jefe de la Mafia obtuvo de nuevo la libertad tras depositar una fianza millonaria. El Gobierno italiano expresó una protesta formal a Margarita Mariscal de Gante, entonces ministra de Justicia.