Buteflika exige que Francia pida perdón por la guerra de Argelia

En la primera jornada de su visita oficial a Francia, el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, no ahorró a los diputados de la Asamblea Nacional el doloroso recuerdo de la guerra colonial, terminada hace 38 años, ni los reproches por la ausencia de un mea culpa francés. En un discurso plagado de referencias al tormentoso pasado común, Buteflika invitó ayer a Francia a llamar a la guerra de Argelia "por su nombre" y a rectificar en los manuales escolares "la imagen, a veces deformada, de ciertos episodios de la colonización". "Venerables instituciones como la Iglesia y Estados tan antiguos ...

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En la primera jornada de su visita oficial a Francia, el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, no ahorró a los diputados de la Asamblea Nacional el doloroso recuerdo de la guerra colonial, terminada hace 38 años, ni los reproches por la ausencia de un mea culpa francés. En un discurso plagado de referencias al tormentoso pasado común, Buteflika invitó ayer a Francia a llamar a la guerra de Argelia "por su nombre" y a rectificar en los manuales escolares "la imagen, a veces deformada, de ciertos episodios de la colonización". "Venerables instituciones como la Iglesia y Estados tan antiguos como el suyo no dudan hoy en confesar los errores y a veces los crímenes más inicuos que en un momento u otro han empañado su pasado", indicó el presidente argelino en un discurso iniciado con la fórmula ritual islámica: "En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso". El mensaje resultó transparente: Argelia necesita del apoyo financiero francés y está dispuesta a "refundar" las relaciones con su antigua potencia colonial, pero antes de pasar la página de la historia, es preciso que Francia mire honestamente su pasado y trate a Argelia con el respeto que exige un país soberano.

En un país como Francia, que, tras la independencia argelina tuvo que repatriar a un millón de personas y que cuenta hoy en su suelo con un millón y medio de argelinos, Argelia sigue siendo un país inevitablemente próximo que destapa las heridas del pasado y agita los sentimientos.

Buteflika fue recibido en el aeropuerto de Orly con los máximos honores. La diplomacia francesa se aplica estos días a la tarea de recrear una atmósfera positiva que pone de relieve la disminución del clima violento existente todavía en su antigua colonia y los avances en la normalización obtenidos por el régimen argelino. Buteflika busca que Francia le condone la deuda y se comprometa al desarrollo industrial que tanto necesita su país.

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