El Tribunal Supremo de Venezuela suspende las elecciones por falta de condiciones técnicas

CaracasProblemas técnicos insuperables, atribuidos en su mayoría a la imprevisión del oficialista Consejo Nacional Electoral (CNE) y a los choques de éste con la empresa norteamericana Election Systems & Software, obligaron a la suspensión de las elecciones generales de Venezuela, las más complicadas de su historia. Cerca de 36.000 candidatos disputaban 6.241 cargos, entre ellos la presidencia, la Asamblea Nacional, los gobiernos de los 24 Estados, todas las alcaldías, y juntas comunales y parroquiales, y la representación venezolana en los Parlamentos Centroamericano y Andino.

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CaracasProblemas técnicos insuperables, atribuidos en su mayoría a la imprevisión del oficialista Consejo Nacional Electoral (CNE) y a los choques de éste con la empresa norteamericana Election Systems & Software, obligaron a la suspensión de las elecciones generales de Venezuela, las más complicadas de su historia. Cerca de 36.000 candidatos disputaban 6.241 cargos, entre ellos la presidencia, la Asamblea Nacional, los gobiernos de los 24 Estados, todas las alcaldías, y juntas comunales y parroquiales, y la representación venezolana en los Parlamentos Centroamericano y Andino.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó una investigación oficial para depurar responsabilidades y aceptó la recomendación de aplazar los comicios y suspender la campaña, presentada ante la Sala Constitucional por el CNE, cuya dimisión en pleno pidieron portavoces de la candidatura de Francisco Arias Cárdenas, principal adversario del presidente, Hugo Chávez. Los portavoces de Arias convocaron a manifestaciones callejeras este domingo denunciando razones políticas en la suspensión. Chávez aventajaba a su rival en las encuestas publicadas por aproximadamente 18 puntos."Alguien tiene que pagar por el daño que se ha hecho al país", declaró por su parte Luis Miquilena, presidente de la Comisión Legislativa, Parlamento interino controlado por la mayoría gubernamental. "Nos reuniremos con el CNE, la oposición racional y las empresas encargadas de organizar las elecciones, para analizar lo que ha pasado y decidir una nueva fecha". El Ejército protegía anoche la sede del CNE de manifestantes que exigían explicaciones. "¡Que nos digan la verdad!", gritaban.

Con el agua al cuello, a la carrera, el Gobierno había movilizado el martes todos los resortes del Estado: al Ejército, a la policía política, a Washington, y al Pentágono. Un avión de la Fuerza Aérea venezolana trajo el miércoles desde Nebraska las imprescindibles tarjetas informáticas fabricadas por la empresa norteamericana. Su instalación debía haber completado el proceso hacia el escrutinio automatizado de las elecciones. La evolución de los trabajos, sin embargo, no garantizaba su éxito al observarse incompatibilidades entre los datos almacenados en las 7000 tarjetas pcmcia y los contenidos en un número indeterminado de los 50 millones de papeletas impresas, que debían coincidir para su correcta traducción en votos.

Muchos candidatos, además, no aparecían en los programas informáticos.

El CNE denunció en principio sabotaje, incluida la preparación de virus en cadena, pero no parece haber habido conspiración alguna, a juzgar por la mayoría de los pronunciamientos, sino ineptitud o improvisación. "No tengo una evaluación de los últimos tres meses, no es mi competencia, para estar juzgando y decir que el responsable es tal o cual, o el CNE, o la empresa tal, española (Indra) o norteamericana (ES&S)", manifestó Chávez en un encuentro con corresponsales extranjeros. "No podemos estar señalando culpables. El proceso lo dirá. Cada quien tendrá que asumir sus responsabilidades". Indra había advertido tiempo atrás sobre el retraso en la solución de los problemas técnicos.

La empresa participa en el proceso con el despliegue de 10.000 profesionales y las máquinas que aceptan las papeletas, cuya lectura corre a cargo de las tarjetas suministradas por la compañía estadounidense. Las tarjetas informáticas proporcionan instrucciones a cada máquina de votación para efectuar el conteo de los sufragios.

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El CNE, a través de su presidente, Etanislao González, citó, el martes, entre los presuntos saboteadores a la empresa ES&S. "Ha habido incumplimientos flagrantes de esta empresa", acusó. La algarabía, el cruce de acusaciones, se sucedieron ayer entre las filas oficialistas y de la oposición, en la sociedad, en la prensa, y entre los miles de candidatos, que atribuían al contrario las principales responsabilidades.

Costumbres corruptas

Omar Rodríguez, directivo del CNE, renunció después de repartir las culpas. Los vicios de la hegemonía bipartidista, que imperó durante cuatro décadas, dijo, se repiten en el partido del Gobierno, el Movimiento Quinta República (MVR). "Personas que juran que están metidas en los nuevos cambios tienen su comportamiento acorde con la Cuarta República [el sistema de partidos tradicionales] y en cenáculos muy cerrados deciden cosas [entre ellas, la contratación de la empresa estadounidense además de Indra] que no son transparentes y buenas para la salud del país".

Election Systems & Sofware, encargada del escrutinio de cerca del 60% de los votos en las elecciones de Estados Unidos, atribuye las principales culpas a los retrasos del CNE en el envío de la base de datos para configurar las tarjetas. La compañía norteamericana, según John Groh, su vicepresidente, no contaba el martes con la base de datos completa en los Estados de Mirana y Guárico. "De hecho, la base de datos ha tenido 11.200 cambios desde que el proceso comenzó. Muchos de los cambios se refieren a nombres de los candidatos mal escritos, cambios en las posiciones de alianzas, correcciones y adiciones".

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