Cartas al director

Sida

En las últimas fechas, su diario viene publicando diferentes noticias acerca de la situación del VIH en todo el mundo (cada vez más dramática), y en las que vemos que el virus, de momento, parece ir ganando la batalla.Sin embargo, los afectados y/o infectados tenemos la sensación de que existe una opinión generalizada de que en los países occidentales el tema está "resuelto". A los enfermos se les dan las "pastillitas", y a vivir. Esta sensación es extremadamente peligrosa y está causando que el número de infecciones aumente al relajarse las medidas de prevención ante la idea de que ya nadie m...

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En las últimas fechas, su diario viene publicando diferentes noticias acerca de la situación del VIH en todo el mundo (cada vez más dramática), y en las que vemos que el virus, de momento, parece ir ganando la batalla.Sin embargo, los afectados y/o infectados tenemos la sensación de que existe una opinión generalizada de que en los países occidentales el tema está "resuelto". A los enfermos se les dan las "pastillitas", y a vivir. Esta sensación es extremadamente peligrosa y está causando que el número de infecciones aumente al relajarse las medidas de prevención ante la idea de que ya nadie muere por VIH, y es cuestión de tiempo el resolver definitivamente el tratamiento.

Por supuesto que la introducción de la terapia combinada ha supuesto un cambio radical en nuestras vidas, y que estamos esperanzados ante el cúmulo de investigaciones que se hacen sobre el VIH, pero debe saberse que el tratamiento conlleva unos gravísimos efectos secundarios que en ocasiones obligan incluso a dejarlo. Además existe otro sida, el social, del que tampoco, de momento, tenemos tratamiento. Casi a diario en las ONG que trabajan en este asunto llegan denuncias de discriminaciones de todo tipo por el hecho de ser portador del VIH. Y si no, yo invito a que hagan la prueba de buscar trabajo indicando que se es portador del virus, aunque su estado de salud sea perfecto. En cualquier caso, y aunque sabemos que la cura como tal es, en estos momentos, una utopía, no perdemos la esperanza de que lleguen tratamientos mejores y con menos efectos que acaben cronificando esta enfermedad. Y que a estos tratamientos médicos se añada una "vacuna" para el sida social, que haga entender que nadie es culpable por padecer una enfermedad, sea la que sea, y que una palabra de apoyo, o un trato normalizado, muchas veces hacen más que cien pastillas.- .

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