El primer ministro de Israel pide ayuda a Arafat
"He llamado al presidente Yasir Arafat para pedirle que intervenga para traer la calma", aseguró ayer el primer ministro israelí, Ehud Barak, desde el Parlamento de Jerusalén, instantes después de que se cerrara la votación sobre el traspaso de los tres barrios de la Ciudad Santa a la Autoridad Palestina, y tras ofrecer una sucinta información sobre los sangrientos incidentes de Gaza y Cisjordania.El primer ministro laborista se comprometió ante la Cámara a que el traspaso de los tres barrios a Arafat no se realizará hasta que se aclaren los sucesos acaecidos ayer en los territorios autónomos,...
"He llamado al presidente Yasir Arafat para pedirle que intervenga para traer la calma", aseguró ayer el primer ministro israelí, Ehud Barak, desde el Parlamento de Jerusalén, instantes después de que se cerrara la votación sobre el traspaso de los tres barrios de la Ciudad Santa a la Autoridad Palestina, y tras ofrecer una sucinta información sobre los sangrientos incidentes de Gaza y Cisjordania.El primer ministro laborista se comprometió ante la Cámara a que el traspaso de los tres barrios a Arafat no se realizará hasta que se aclaren los sucesos acaecidos ayer en los territorios autónomos, especialmente en Ramalha, donde las fuerzas palestinas e israelíes intercambiaron disparos durante más de tres horas.
El eco y el sobresalto producidos por los incidentes en los territorios autónomos obligó a los dirigentes ultraortodoxos y colonos a calmar a sus militantes y seguidores, que ayer a última hora de la tarde se concentraron en la plaza de Sión, en Jerusalén, para protestar contra los Acuerdos de Oslo.
Los sectores ultranacionalistas y religiosos radicales han anunciado que en los próximos días efectuarán otras movilizaciones en Israel para tratar de bloquear el traspaso de los tres barrios de Jerusalén. Esta iniciativa cuenta ya con el apoyo del alcalde de la Ciudad Santa, Ehud Olmert, que tiene la intención de apoyar la maniobra de obstrucción promoviendo la construcción urgente en el corazón del barrio de Abu Dis de un asentamiento judío con capacidad para 200 familias.