Fiesta de los pueblos en el Moll de la Fusta
¿Y mañana, quién sabe?, reza uno de lo plafones de la caseta de SOS Racisme en el Moll de la Fusta. La pregunta viene a ser el cierre de una serie de carteles que explican las ventajas de la actual Ley de Extranjería y los inconvenientes que se pueden encontrar en la tramitación. Y es que la incertidumbre sobre cuál es el futuro de la legislación para los inmigrantes, después de que el Gobierno del PP haya anunciado que la modificará, planea en muchas carpas y debates de la Fiesta de la Diversidad. Lo mismo ocurre con el episodio de racismo que vivió la población de El Ejido hace algo más de d...
¿Y mañana, quién sabe?, reza uno de lo plafones de la caseta de SOS Racisme en el Moll de la Fusta. La pregunta viene a ser el cierre de una serie de carteles que explican las ventajas de la actual Ley de Extranjería y los inconvenientes que se pueden encontrar en la tramitación. Y es que la incertidumbre sobre cuál es el futuro de la legislación para los inmigrantes, después de que el Gobierno del PP haya anunciado que la modificará, planea en muchas carpas y debates de la Fiesta de la Diversidad. Lo mismo ocurre con el episodio de racismo que vivió la población de El Ejido hace algo más de dos meses y que está bien presente en una exposición fotográfica.El espacio para la reflexión y los debates se trufa con una amplia oferta para la diversión y el ocio. Hay de todo para todos. Los más pequeños fueron los protagonistas en la mañana de ayer, llena de juegos, cuentos y pinturas. En un espacio, un grupo de afanados voluntarios pintaba las caras de los chavales. Rostros blancos y rostros negros quedaban moteados de colores y purpurinas.
SOS Racisme confía en que este año se llegue a un número de visitantes parecido al del año pasado, unos 50.000. De momento, en la noche del viernes, unas 10.000 personas acudieron a las casetas y actuaciones musicales en el Moll de la Fusta.
Después de ocho años, la Fiesta de la Diversidad se ha consolidado ya como una de las fiestas de la primavera barcelonesa. "Estamos casi seguros de que hay mucha gente que cuando llega mayo ya sabe que es el mes de la Fiesta de la Diversidad", explica Josep Guardiola, uno de los portavoces de SOS Racisme.
Tan consolidada está que cada vez son más los políticos que se dejan caer por el Moll de la Fusta. El viernes fueron los diputados nacionalistas Xavier Trias y Carles Campuzano. Ayer por la mañana acudieron el portavoz del Gobierno catalán, Artur Mas; el consejero de Interior, Xavier Pomés, y la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau.
Mas se pronunció respecto a la anunciada modificación de la Ley de Extranjería afirmando que CiU no se opondrá al cambio legislativo. Aclaró que la modificación no puede suponer ningun cambio respecto a los derechos que se reconocen a los inmigrantes. El portavoz dijo que la Generalitat quiere intervenir en las políticas de integración y tener voz a la hora de decidir sobre cuestiones como la entrada de inmigrantes.
En la línea de reconocer más derechos a los inmigrantes, el diputado en el Congreso de IC-V, Joan Saura, anunció la presentación de una proposición de ley para que los inmigrantes con tres años de residencia puedan votar en las elecciones municipales.
Volviendo al Moll de la Fusta, en la fiesta de este año se puede encontrar una caseta peculiar. Se trata de la que ha montado un grupo de jóvenes del Raval, TEB. Consiste en un pequeño estudio de radio y televisión en el que se pueden realizar grabaciones que luego se emiten en el recinto del Moll de la Fusta.
La octava edición también hace su apuesta por lo sostenible y se ha propuesto cocinar pizzas en una cocina térmica. La peculiar cocina consiste en tetrabriks rellenos de papel de periódico que son cubiertos por una placha de aluminio negro y encima una lámina de policarbonato. Dicen los organizadores que todo ello, calentado oportunamente por los rayos solares, llega a una temperatura suficiente para poder cocinar pizzas. El experimento se realiza hoy.