Lo barato sale caro

Imagino que, como todos, recurrimos a ese almacén (concretamente San Sebastián de los Reyes) por los buenos precios que tiene, pero... ¡en qué hora se nos ocurrió! En primer lugar, nos envían la mercancía defectuosa; cuando reclamamos, nos acusan de haberla roto nosotros (sin haberla visto, puesto que estaba en nuestro domicilio); la persona encargada de atención al cliente, se hace llamar así, con una profesionalidad absoluta nos cuelga el teléfono y no vuelve a ponerse; cuando necesitas que alguien te dé una solución a tu problema, nadie con poder de decisión da la cara, todo lo hacen a trav...

Imagino que, como todos, recurrimos a ese almacén (concretamente San Sebastián de los Reyes) por los buenos precios que tiene, pero... ¡en qué hora se nos ocurrió! En primer lugar, nos envían la mercancía defectuosa; cuando reclamamos, nos acusan de haberla roto nosotros (sin haberla visto, puesto que estaba en nuestro domicilio); la persona encargada de atención al cliente, se hace llamar así, con una profesionalidad absoluta nos cuelga el teléfono y no vuelve a ponerse; cuando necesitas que alguien te dé una solución a tu problema, nadie con poder de decisión da la cara, todo lo hacen a través de escritos en los que contestan con evasivas; después de unos cuantos viajes a San Sebastián de los Reyes, reclamaciones por escrito y demás trastornos, cuando han pasado casi dos meses, no está solucionado el problema.Evidentemente, no hay una atención al cliente efectiva, y hoy en día pienso que eso es esencial para el buen funcionamiento y el éxito de cualquier empresa, por lo que nos preguntamos, ¿compensan realmente los buenos precios que tienen? Juzguen ustedes.-