ARTE

El IVAM recorre los inicios del arte moderno con diversas obras maestras de la colección Thyssen

El célebre cuadro de escenografía tahitiana Mata mua, de Paul Gauguin, da la bienvenida al visitante de la muestra Del post-impresionismo a las vanguardias. Pintura de comienzos del siglo XX en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Es la primera obra maestra de una exposición que contiene varias de ellas, de artistas como Picasso, Kandinsky, Gris, Miró, Delaunay, Hopper, Léger y Beckman, entre otros. 56 cuadros recorren la historia de la pintura de los primeros años del siglo XX en la exposición inaugurada ayer en el IVAM, que se clausura el 25 de junio.

El comisario es el conservador...

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El célebre cuadro de escenografía tahitiana Mata mua, de Paul Gauguin, da la bienvenida al visitante de la muestra Del post-impresionismo a las vanguardias. Pintura de comienzos del siglo XX en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Es la primera obra maestra de una exposición que contiene varias de ellas, de artistas como Picasso, Kandinsky, Gris, Miró, Delaunay, Hopper, Léger y Beckman, entre otros. 56 cuadros recorren la historia de la pintura de los primeros años del siglo XX en la exposición inaugurada ayer en el IVAM, que se clausura el 25 de junio.

El comisario es el conservador-jefe del Museo Thyssen y primer director del IVAM, Tomás Llorens, quien ha dividido la exposición en varios bloques encabezados por las obras de Gauguin, que otorgó al color un estatuto pictórico equivalente al de la forma, y de los pintores de la escuela nabis, como Sérusier o Bernard.La baronesa Thyssen, Carmen Cervera, habló de la emoción que le produce ver colgados cuadros que nunca que se han exhibido fuera del Museo radicado en Madrid o que han sido recientemente adquiridos. Este último es el caso, entre otros, de la escultura Cabeza de joven, de Gaugin. Él mismo reconoció que los mejores cuadros que habían salido de sus pinceles los realizó entre diciembre de 1892 y enero de 1983, precisamente el periodo al que pertenece el óleo Mata mua (Érase una vez).

También considerada como una obra maestra es La mujer sentada, de Juan Gris, que se exhibe en el último bloque expositivo denominado Los caminos de la abstracción. Llorens afirmó que se trata de una de las mejores de la serie pintada por el artista español y explicó que en su concepción éste tuvo presente la una obra precedente de Cézanne que, a su vez, trabajó bajo la influencia de Corot. De esta manera, el comisario relacionó la exposición con la que se inauguró hace casi un mes las salas temporales del Museo del Siglo XIX, De Corot a Monet. Los orígenes de la pintura moderna en la colección Carmen Thyssen-Bornemisza con la del IVAM. Comisario de ambas, Llorens dijo que ésta es una continuación de la primera y resaltó el hecho insólito de que se pueden observar fuera de Madrid un total de 136 cuadros en dos exposiciones procedentes de la prestigiosa colección privada, gracias al convenio firmado entre la baronesa Thyssen y la Generalitat. La directora general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, también asistió a la presentación de la exposición del IVAM.

"Las pinturas seleccionadas de los fondos contienen un gran número de obras maestras a través de las cuales se puede apreciar la diversidad de las investigaciones pictóricas en el periodo fundacional del arte moderno", indicó por su parte el director del museo valenciano, Juan Manuel Bonet.

Tras Guaguin, la exposición se interna en el fauvismo, con obras como Los segadores, de Picasso, realizada en 1907, el mismo año de la canónica Las señoritas de Avignon, un hito en la historia de la pintura. Picasso establece un diálogo con Matisse en este segundo bloque de expresionismo incipiente que incluye también cuadros de Braque, Dufy y Derain, entre otros.

A continuación, una de las especialidades de la Colección Thyssen, el expresionismo alemán, representado por Kandinsky y Kirchner, entre otros, y por esa especie de emplema de la bohemia que es el conocido El hombre blanco, de Feininger. El bloque titulado La figuración de entreguerras contiene más obras maestras como Despedida, de Beckmann, además de cuadros de Hopper, Morandi o Bonnard. La exposición concluye en una espectacular sala en la que destaca por su colorido jovial La gran portuguesa, de Delaunay, junto a cuadros de Léger, Miró, Torres-García y otros nombres básicos del arte moderno.

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