El Alcázar de Sevilla recupera frescos manieristas del jardín subterráneo

El rey Felipe II encargó en 1578 que se decoraran con frescos los arcos del jardín del Crucero del Real Alcázar de Sevilla, los que rodean al estanque en el que según la leyenda se bañaba tres siglos antes María de Padilla, la amante de Pedro I El Cruel. El terremoto de Lisboa, la humedad y las raíces de un jardín que después se convirtió en subterráneo acabaron con las pinturas. Un equipo de cinco restauradores, dirigido por Teresa Valle, ha empleado seis meses en recuperar los frescos de tres arcos.

Los frescos, que según los especialistas se encuentran entre las mejores pinturas mani...

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El rey Felipe II encargó en 1578 que se decoraran con frescos los arcos del jardín del Crucero del Real Alcázar de Sevilla, los que rodean al estanque en el que según la leyenda se bañaba tres siglos antes María de Padilla, la amante de Pedro I El Cruel. El terremoto de Lisboa, la humedad y las raíces de un jardín que después se convirtió en subterráneo acabaron con las pinturas. Un equipo de cinco restauradores, dirigido por Teresa Valle, ha empleado seis meses en recuperar los frescos de tres arcos.

Los frescos, que según los especialistas se encuentran entre las mejores pinturas manieristas que se conservan en la ciudad, estaban totalmente ocultos. "Para mí no se trata de una restauración, sino de una recuperación porque partimos de unos muros en los que la pintura ni siquiera podía verse", comentó ayer Teresa Valle.Las pinturas se encuentran en el jardín subterráneo, un conjunto que forma parte del actual palacio Gótico y que data de la época almohade. "El jardín era antes un espacio abierto, se cubrió después de los daños que causó el terremoto de Lisboa 1755. Los almohades lo diseñaron a cinco metros por debajo del nivel del resto del palacio para utilizarlo como jardín de verano", comentó José María Cabeza, director del Real Alcázar.

La recuperación de las pinturas, entre las que destaca la escena de un banquete, coronada por una guirnalda con elementos arquitectónicos, ha costado cinco millones de pesetas y es la primera parte de un proyecto más amplio. "Hay 12 arcos en cada uno de los cuatro flancos y sólo hemos recuperado tres. Esto es un trabajo de muchos años. Pero ahora tendremos que esperar un año para realizar un estudio medioambiental y comprobar cómo se comportan las pinturas durante las cuatro estaciones para decidir sobre el resto de las intervenciones", asegura la restauradora Teresa Valle.

Las pinturas que se han recuperado no serán visitables, ya que están ubicadas en espacios muy estrechos que se deteriorarían con facilidad. El Alcázar de Sevilla, el palacio real en uso más antiguo de Europa, recibió el pasado año 1.200.000 visitantes y en el primer trimestre de este año ha registrado un incremento del 15%.

"Según los archivos del Alcázar el rey Felipe II ordenó enriquecer con pinturas los jardines a Gonzalo Pérez y el artista representó durante 1578 y 1579 los meses del año. Pero todo esto no es más que información de la que partimos y que tendrán que comprobar los historiadores", añadió Teresa Valle.

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