Ofertas para entrar en el Gobierno

Las ofertas para que los nacionalistas de Jordi Pujol entren en el Gobierno central evidencian las distintas sensibilidades que coexisten en el seno de CiU. Un sector no quiere oír hablar de integración en un Ejecutivo mientras no se haya resuelto el encaje catalán en España, y otro colectivo, en cambio, es partidario de compatibilizar los principios del nacionalismo con la presencia en el Gobierno central. Una de las primeras grandes desavenencias en CiU llegó con el enfrentamiento entre ambos sectores: Miquel Roca, ex secretario general de CDC, perdió el pulso con Pujol al rechazar éste la e...

Las ofertas para que los nacionalistas de Jordi Pujol entren en el Gobierno central evidencian las distintas sensibilidades que coexisten en el seno de CiU. Un sector no quiere oír hablar de integración en un Ejecutivo mientras no se haya resuelto el encaje catalán en España, y otro colectivo, en cambio, es partidario de compatibilizar los principios del nacionalismo con la presencia en el Gobierno central. Una de las primeras grandes desavenencias en CiU llegó con el enfrentamiento entre ambos sectores: Miquel Roca, ex secretario general de CDC, perdió el pulso con Pujol al rechazar éste la entrada de Convergència en el Ejecutivo central en l993. Ahora, el roquismo se ha encarnado en Unió Democràtica (UDC) y en su líder, Josep Antoni Duran Lleida.Decepción

Esta semana han vuelto a circular rumores sobre la entrada de los nacionalistas en el Gobierno central. Algunos líderes de Convergència han señalado a UDC como punto de partida de esa noticia que difundió el diario Avui. Según esta versión, el mal momento que atraviesa Unió -debido al estallido del caso Pallerols, sobre presunta financiación ilegal del partido democristiano- podía estar en el origen de ese rumor, que situaba en ese hipotético Gobierno de coalición a Duran Lleida, a quien se le atribuía la cartera de Exteriores.

Aunque la consigna oficial de la coalición es la que defiende Pujol, en el corazón de algunos líderes de CiU late la decepción por las ocasiones desperdiciadas. De hecho, se argumenta desde estas posiciones que el catalanismo político ha participado históricamente en los Gobiernos de España. Lo hizo la Lliga Regionalista, luego Esquerra Republicana, y es una asignatura que Jordi Pujol voluntariamente quiere dejar pendiente para Convergència i Unió.