Un grupo de oposición dispara varios obuses contra un cuartel de Teherán

Cuatro civiles resultaron heridos ayer en Teherán en un ataque con disparos de mortero contra un cuartel cercano. El ataque, reivindicado por la Organización de los Muyahidin (luchadores) del Pueblo, una de las principales fuerzas de la oposición con base en Bagdad, ha sacudido a la sociedad iraní cuando aún no se había recuperado tras el atentado perpetrado el domingo contra el dirigente reformista y periodista Said Hayarián, estrecho colaborador del presidente Mohamed Jatamí, que se encuentra en estado de coma.

Cinco disparos de mortero alcanzaron ayer al mediodía el complejo residenc...

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Cuatro civiles resultaron heridos ayer en Teherán en un ataque con disparos de mortero contra un cuartel cercano. El ataque, reivindicado por la Organización de los Muyahidin (luchadores) del Pueblo, una de las principales fuerzas de la oposición con base en Bagdad, ha sacudido a la sociedad iraní cuando aún no se había recuperado tras el atentado perpetrado el domingo contra el dirigente reformista y periodista Said Hayarián, estrecho colaborador del presidente Mohamed Jatamí, que se encuentra en estado de coma.

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Cinco disparos de mortero alcanzaron ayer al mediodía el complejo residencial Noor, situado al noreste de Teherán, donde desde hace 20 años viven 360 familias de soldados iraníes muertos durante la guerra con Irak (1980-1988) y donde, asimismo, tienen su residencia cinco diputados del nuevo parlamento de la capital. Cuatro civiles, entre ellos un hombre que circulaba en su coche por el lugar y que anoche se encontraba en estado grave, una joven de 16 años, lesionada en un ojo, y una niña, resultaron heridos y fueron trasladados inmediatamente a un hospital próximo. Además de algunas viviendas, 18 coches resultaron destruidos como consecuencia de las explosiones ocasionadas por los cinco obuses de mortero disparadas por los Muyahidin desde un lugar distante unos dos kilómetros del punto donde cayeron. El atentado iba dirigido contra el cuartel de Sarollah, situado en las cercanías, donde se concentran las milicias de los Guardianes de la Revolución (Pasdaran), las fuerzas incondicionales del ayatolá Alí Jamenei, aliados inquebrantables a su vez de los sectores conservadores de la Revolución Islámica y encargados de preservar el orden en la ciudad.

La agresión ha sido reivindicada por los Muyahidin del Pueblo, la principal fuerza de la oposición, que tiene su refugio en la ciudad de Bagdad, donde goza de la protección del presidente Sadam Husein. Un portavoz de los Muyahidin aseguraba ayer, a través de un comunicado de prensa difundido desde Nicosia, que el atentado no había producido víctimas entre la población civil y que iba dirigido contra la sede del general Rahim Savi, el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.

Los Muyahidin del Pueblo protagonizaron el pasado mes de febrero una acción militar similar cuando dispararon morteros cerca del palacio presidencial y mataron a una persona y dejaron cinco heridos.

El ataque con obuses de mortero de ayer se produce un día después del atentado perpetrado por unos desconocidos contra el dirigente reformador Said Hayarián, a quien unos desconocidos le dispararon dos balas en la cabeza en pleno centro de Teherán cuando se disponía a entrar en el Ayuntamiento de la ciudad, en el que es teniente de alcalde.

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Said Hayarián, que se encuentra en estado de coma en un hospital, es responsable del Frente de la Participación, el movimiento reformista que apoya al jefe del Estado, Mohamed Jatamí, y ejerce además como director del periódico Sobh-e Emrouz (La manaña de hoy), desde el que se han ido publicando en los últimos meses informaciones confidenciales sobre la conjura que los sectores inmovilistas del régimen han estado urdiendo contra los reformadores, así como contra conocidos intelectuales.

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