Barak ofrecerá a Arafat un Estado palestino en la mitad de Cisjordania
El primer ministro israelí, Ehud Barak, propondrá a Yasir Arafat la creación de un Estado palestino provisional en el 50% de los territorios autónomos, exigiendo a cambio un 10% de Cisjordania, donde se encuentra la mayor parte de los asentamientos judíos. Según desveló ayer el periódico Haretz, el Gobierno de Barak formalizará esta oferta en el marco de las conversaciones de paz que se reanudarán el próximo día 20 en Washington.
La oferta israelí a Arafat tiene como principal objetivo impedir la proclamación unilateral del Estado de Palestina el próximo 13 de septiembre, tal y como anu...
El primer ministro israelí, Ehud Barak, propondrá a Yasir Arafat la creación de un Estado palestino provisional en el 50% de los territorios autónomos, exigiendo a cambio un 10% de Cisjordania, donde se encuentra la mayor parte de los asentamientos judíos. Según desveló ayer el periódico Haretz, el Gobierno de Barak formalizará esta oferta en el marco de las conversaciones de paz que se reanudarán el próximo día 20 en Washington.
La oferta israelí a Arafat tiene como principal objetivo impedir la proclamación unilateral del Estado de Palestina el próximo 13 de septiembre, tal y como anunció el máximo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ante el Parlamento autónomo la pasada semana. Al mismo tiempo, la propuesta intenta calmar los ánimos soliviantados de la población palestina, que desde hace unos meses amenaza con realizar una nueva intifada no sólo contra Israel, sino también contra la Autoridad Palestina.La propuesta de Barak, de la que ya existe una redacción preliminar, según el diario Haretz, se complementaría con la posible entrega a los palestinos de tres suburbios de Jerusalén -Abu Dis, Al Azahria y Al Ram- con la idea de que Arafat pueda convertir uno de estos lugares, Abu Dis, en la capital del futuro Estado palestino, desde la que partiría un "pasillo libre" que comunicaría con las santas mezquitas -Omar y Al Aqsa- en la Ciudad Vieja.
La posibilidad de que Israel pueda en algún momento llegar a entregar completamente estas tres localidades al presidente palestino, sobre las que tiene ya el control de la Administración civil, pero no policial, ha crispado los ánimos de los partidos de la oposición, pero, además, de las tres formaciones religiosas -Shas, Thora y Judaísmo, y Partido Nacional Religioso- que forman parte de la coalición gubernamental.
"No podemos aceptar que Jerusalén se convierta en una ciudad asediada por el terrorismo", ha voceado el ministro de Vivienda y encargado de los asentamientos judíos, Isaac Levy, portavoz del Partido Nacional Religioso, que contestaba así a las sugerencias de un colaborador de Barak que el día anterior había planteado la "negociabilidad" de los tres suburbios.
"Indivisibilidad de Jerusalén"
Los dirigentes de las formaciones religiosas gubernamentales amenazan con aliarse al gran partido de la oposición, el Likud, configurando así un frente de rechazo a favor de la "unidad e indivisibilidad de Jerusalén", similar al creado a raíz de la polémica sobre la presumible devolución de los altos del Golán a Siria.
El objetivo inmediato de estas formaciones consistiría en hacer caer el Gobierno de Ehud Barak, poniendo de esta manera fin a las tentaciones pacifistas de los laboristas y abortando los procesos de negociación reabiertos con Siria, Líbano y las autoridades palestinas.
Portavoces de estas formaciones no descartan la posibilidad de plantear el próximo lunes una moción de censura contra el Gobierno si Barak no desmiente estos proyectos y se compromete públicamente ante el Parlamento a "no discutir el futuro de estas tres localidades por ahora", esperando en todo caso la negociación sobre Jerusalén, que forma parte de los temas a incluir dentro del capítulo del Estatuto Final palestino.
Por si acaso, el diputado del Likud Yesua Matza ha anunciado que formalizará ante el Parlamento la propuesta de ley en la que se prohibirá modificar los límites de Jerusalén y entregar a un Estado extranjero las tierras limítrofes, lo que supondría bloquear el repliegue sobre Abu Dis ofrecido a Arafat, repitiendo así la operación legislativa que trata de bloquear con un "referéndum especial" la entrega de los altos del Golán a Siria.