Elf dio 75 millones a una empresa de la ex comisaria europea Cresson
La excomisaria europea Édith Cresson acaba de ser incorporada al listado de personalidades políticas atrapadas en el universo tentacular creado años atrás en torno a la petrolera Elf. El antiguo director de Elf Aquitania en Ginebra, Jean-Claude Vauchez, declaró el martes a los jueces que en 1993 la empresa Sisie (Servicios Industriales, Estrategias de Inversión y Medio Ambiente), que dirigió Édith Cresson, cobró tres millones de francos (unos 75 millones de pesetas) de los fondos de la petrolera. El asunto no habría tenido mayor alcance, quizás, si no fuera por la acreditada reputación de Elf ...
La excomisaria europea Édith Cresson acaba de ser incorporada al listado de personalidades políticas atrapadas en el universo tentacular creado años atrás en torno a la petrolera Elf. El antiguo director de Elf Aquitania en Ginebra, Jean-Claude Vauchez, declaró el martes a los jueces que en 1993 la empresa Sisie (Servicios Industriales, Estrategias de Inversión y Medio Ambiente), que dirigió Édith Cresson, cobró tres millones de francos (unos 75 millones de pesetas) de los fondos de la petrolera. El asunto no habría tenido mayor alcance, quizás, si no fuera por la acreditada reputación de Elf como foco de corrupción política de los años noventa, si Édith Cresson no estuviera implicada en el escándalo de corrupción que llevó a la dimisión a la anterior Comisión Europea de Jacques Santer. El testimonio del antiguo director de la petrolera francesa en Ginebra se produce, por lo demás, en vísperas de que la ex comisaria sea citada por la justicia belga. La nueva comisión que preside Romano Prodi le levantó la impunidad diplomática el pasado día 15.
A la tantas veces ministra de Mitterrand (fue apodada "el pequeño soldado de Mitterrand"), le ha faltado tiempo para confirmar la autenticidad de los estudios y servicios que su empresa realizó por encargo del Elf. "No hay que confundir el asunto Elf con el grupo Elf", ha indicado, indignada, al ver que la sombra de una nueva sospecha empieza a cernirse sobre ella. Con la opinión pública a su favor, los jueces franceses continúan desmontando el edificio de corrupción levantado en las últimas décadas. En el caso de los cuatro ex ministros del centro liberal, Pierre Méhaignerie, François Froment, Jacques Barrot y Bernard Bosson, la justicia ha sido benigna porque las penas impuestas, situadas entre cuatro y nueve meses de prisión, les permiten acogerse a la amnistía presidencial de 1995.
Las miradas se dirigen ahora hacia el Consejo Constitucional francés, que debe decidir qué hacer con su presidente, Roland Dumas, procesado en uno de tantos sumarios del Elf y pendiente de juicio.