El piano del que todos hablan

Si fuera necesario escoger el nombre del músico de jazz del primer trimestre de este año 2000, ese sería el del pianista Brad Mehldau. El hombre del que todo aficionado al jazz habla: unos muy bien y otros muy mal.La propuesta de Brad Mehldau y su fulgurante ascensión a los altares de la fama jazzística es de las que no admiten medias tintas: o se ama locamente su música o se odia profundamente. El intérprete se ha colocado en el ojo del huracán de una polémica (eterna en el mundo del jazz) del que ha conseguido desplazar, incluso, al mismísimo Wynton Marsalis, hasta ahora centro de las mirada...

Si fuera necesario escoger el nombre del músico de jazz del primer trimestre de este año 2000, ese sería el del pianista Brad Mehldau. El hombre del que todo aficionado al jazz habla: unos muy bien y otros muy mal.La propuesta de Brad Mehldau y su fulgurante ascensión a los altares de la fama jazzística es de las que no admiten medias tintas: o se ama locamente su música o se odia profundamente. El intérprete se ha colocado en el ojo del huracán de una polémica (eterna en el mundo del jazz) del que ha conseguido desplazar, incluso, al mismísimo Wynton Marsalis, hasta ahora centro de las miradas de la controversia jazzística.

Sencillamente, Brad Mehldau es de los que no dejan indiferente y, para demostrarlo, esta noche ofrecerá un concierto de piano solo en el escenario del Auditori de Barcelona (22.00 horas), una ocasión única para tomar partido y alinearse entre sus críticos o entre sus defensores.

Brad Mehldau nació hace 30 años en Jacksonville (Florida, Estados Unidos), pero se educó musicalmente en la ciudad de Nueva York compartiendo sus estudios clásicos con las enseñanzas de otro gran pianista que conviene redescubrir con urgencia: Fred Hersch.

Su carrera comienza en los primeros años noventa; en esa época residía en Barcelona y actuaba en los clubes de la ciudad. Aquí grabó sus primeros discos antes de ser fichado por una multinacional discográfica, regresar a los Estados Unidos e iniciar su meteórica carrera.-