Tribuna:

NI ANCHO NI AJENO: Aznar o cómo salir del paso

Como nuestro turismo está bien curtido, aguanta hasta las inclemencias y desatinos de las galas oficiales del poder valenciano, en tiempos de Fitur. Y tampoco hay que arrimarles mucha estopa a los gestores del evento, que tanta voluntad como impericia se gastan. Aunque fue demasiado: el personal apenas aguantó y salió por piernas de la corrala, materialmente planchado. Si será, que al president la mirada se le puso vidriosa y el sonrojo lo arrastró a sus soledades. Qué desastre de fiesta. Eso sí, Zaplana heroicamente se hundió en su buque insignia de la Agència de Turisme, en el rompeolas de t...

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Como nuestro turismo está bien curtido, aguanta hasta las inclemencias y desatinos de las galas oficiales del poder valenciano, en tiempos de Fitur. Y tampoco hay que arrimarles mucha estopa a los gestores del evento, que tanta voluntad como impericia se gastan. Aunque fue demasiado: el personal apenas aguantó y salió por piernas de la corrala, materialmente planchado. Si será, que al president la mirada se le puso vidriosa y el sonrojo lo arrastró a sus soledades. Qué desastre de fiesta. Eso sí, Zaplana heroicamente se hundió en su buque insignia de la Agència de Turisme, en el rompeolas de todas las Españas. Pero mientras se iba a pique, aún tuvo el coraje de vocear dos nuevos parques emblemáticos y enigmáticos. A este hombre, parece que le dan cuerda. A propósito, ¿Terra Mítica para agosto?Tensiones en la catedral

Ante la probable liberación del genocida Pinochet, perpetrada por Jack Straw, el gobierno español y otros ocultos intereses, la Plataforma Contra La Impunidad en Chile y Argentina se movilizó. En Valencia, seis personas, una de ellas Pepa Llidó, hermana del sacerdote Antoni Llido desaparecido en Chile, se encerraron en la catedral, a pesar de la oposición del deán que requirió la presencia de las fuerzas de orden público. Pero la firmeza de los familiares de las víctimas hizo que la autoridad eclesiástica cediera. En la plaza del Ayuntamiento, de Alicante, se leyó un manifiesto ante un grupo de personas, muchas de las cuales se recluyeron en las dependencias de la antigua Escuela de Comercio. Por otra parte, el Gobierno balear desmentía a María Ángeles Ramón-Llin, titular de Agricultura y Pesca del Consell valenciano, y ratificaba las sanciones económicas, a los pescadores alicantinos por faenar en su caladeros. En tanto las administraciones autonómicas discuten, los que reciben las bofetadas son los de siempre: los más débiles. Y qué pasmo: a Rita Barberá se le ha aparecido la Geperudeta, y le ha dicho que nombre hijo adoptivo y le rotule una calle a Enric Valor. Ya tocaba milagro, ya. Como tocaba transfuguismo, pero a la francesa, o sea, al 50%: Lola Crespo y Ximo Díaz, vicepresidenta y dirigente de UV, se han subastado a los populares. Una práctica sustanciosa en esa llamada, por los batuecos, "clase política". Figúrense de qué clase de mamíferos se trata.

Que vienen los rusos

Como en New York: apagón y que vienen los rusos. Las negociaciones de Almunia y Frutos, del PSOE e IU, del PSPV y EU, el Bloc y Els Verds, han puesto patas arriba el soporífero paisaje electoral. Tanto que las estrategias previstas se han quedado para vestir santos. El ciudadano ha salido del letargo y siente que el voto, como el verso, es un arma de futuro, y no una papela para hacer pajaritas y barcos. El lenguaje ha recuperado su vigor y se habla de izquierdas y derechas -el centro no es más que una apelación a la mediocridad-, y el país coloca a cada quien en su lugar: las derechas, a defender sus privilegios y su bolsa; las izquierdas, los intereses de la mayoría y la sociedad del bienestar. ¿Hasta dónde van a llegar socialistas e IU? Aparte de la contemplación de sus excitantes ombligos, que asuman responsabilidades y respondan a las expectativas: se ha generado una impulso social amplio y exigente; cuidado con defraudarlo. Lo prueba, la inseguridad, la crispación y la histeria del PP. Un PP que ha enseñado su rostro más reaccionario y grotesco: meter miedo y agitar el fantasma del comunismo, como hacía la dictadura franquista. Y se les ha visto el plumero: En efecto, si parecen los mismos, comenta el personal. En la comedia de Eugène Ionesco, Amadeo sale malparado del paso, ¿cómo saldrán Aznar y su cuadrilla, después de tanta y tan disparatada retórica? En cualquier caso, con su más auténtica y extremada intolerancia, en cueros vivos. Qué espectáculo y cuánta melonada despachan. Pero si es que ya no tienen apaño. Ay, esos nervios.

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