'Kdms n l mtro mñn a ls 6?'

Economía lingüística y de bolsillo. Los adolescentes conjugan esas dos pautas a la hora de manejar sus teléfonos móviles. De entrada, han descubierto que enviar mensajes es mucho más barato que mantener conversaciones orales. Gracias a ellos, el dinero invertido en el prepago de la tarjeta cunde mucho más. Los chicos optan mayoritariamente por teclear palabras para comunicarse con sus amigos, una distracción que puede llegar a ser casi un vicio, según los chavales consultados. Cada envío les cuesta un máximo de 25 pesetas. Pero, por motivos técnicos, tiene un tope de extensión: 160 caracteres....

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Economía lingüística y de bolsillo. Los adolescentes conjugan esas dos pautas a la hora de manejar sus teléfonos móviles. De entrada, han descubierto que enviar mensajes es mucho más barato que mantener conversaciones orales. Gracias a ellos, el dinero invertido en el prepago de la tarjeta cunde mucho más. Los chicos optan mayoritariamente por teclear palabras para comunicarse con sus amigos, una distracción que puede llegar a ser casi un vicio, según los chavales consultados. Cada envío les cuesta un máximo de 25 pesetas. Pero, por motivos técnicos, tiene un tope de extensión: 160 caracteres. Y eso obliga a sintetizar. De ahí que los chicos hayan creado una jerga, basada en las abreviaturas, que los adultos no siempre comprenden.

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Ricardo, un quinceañero con veteranía en el uso de teléfono móvil, explica las pautas que siguen los adolescentes a la hora de redactar los mensajes. "De entrada, nos comemos las vocales, sobre todo en las palabras de uso común. Por ejemplo, mañana se escribre mñn. Cada uno se inventa sus términos, pero casi siempre coinciden", detalla. Su breve diccionario del lenguaje juvenil para móviles incluye abreviaturas como las siguientes:

- K = Que

- X = Ch

- Y = Ll

- X = Por

- Xa = Para

- Xo = Pero

- N = En

- L = El

- Cn = Con

- Bso = Beso

- Contesta = Cntsta

Al contrario de lo que ocurre con la che o con la elle (sustituidas por la equis y la y griega, respectivamente), la letra eñe se salva gracias a que la virgulilla no se cuenta como un carácter extra. Menos suerte tiene la hache: cae sistemáticamente. Los signos de interrogación también sufren mengua. Sólo se utiliza el último, como en inglés.

Kdms n l mtro mñn a ls 6? (¿quedamos en el metro mañana a las 6?), teclea a toda velocidad Ricardo. Las citas son un tema habitual en los mensajes, igual que las cuestiones de ánimo (k ps cn t royo?, o sea, ¿qué pasa con tu rollo?).

Amén del idioma propio, la comunicación juvenil a través de móviles cuenta con otro apoyo: los iconos que ofrecen algunas terminales. Así, los mensajes pueden incluir una cara alegre o triste, por ejemplo.

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