Confederación desconoce la situación de los acuíferos que abastecieron a Málaga en la última sequía

La Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) no ha hecho un seguimiento de la evolución de los acuíferos que se utilizaron en 1995 como solución de emergencia para abastecer a los residentes en la Costa del Sol y Málaga, por lo que se desconoce si son susceptibles de nuevo uso en caso de que se prolongue la situación de sequía y en qué condiciones. En estos cinco años tampoco se ha realizado en la provincia ninguna obra de infraestructura para aumentar la capacidad de embalse. Aunque la Confederación Hidrográfica sostiene que las actuales reservas garantizan el suministro para año y medio, técn...

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La Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) no ha hecho un seguimiento de la evolución de los acuíferos que se utilizaron en 1995 como solución de emergencia para abastecer a los residentes en la Costa del Sol y Málaga, por lo que se desconoce si son susceptibles de nuevo uso en caso de que se prolongue la situación de sequía y en qué condiciones. En estos cinco años tampoco se ha realizado en la provincia ninguna obra de infraestructura para aumentar la capacidad de embalse. Aunque la Confederación Hidrográfica sostiene que las actuales reservas garantizan el suministro para año y medio, técnicos consultados y la Junta estiman que sólo alcanza para unos ocho meses y siempre y cuando se restrinja ya el riego.

La alarmante situación de sequía vivida en 1995 obligó a realizar sondeos para utilizar los acuíferos y pozos subterráneos de la Sierra de las Nieves. Confederación llegó a realizar en la provincia 20.000 metros de sondeos que permitieron aprovechar un caudal superior a cinco metros cúbicos de agua por segundo. El problema de estos acuíferos es que se tiene un conocimiento muy precario de ellos, por lo que el organismo de aguas proyectó una serie de estudios para conocer su dimensión, la calidad de las aguas y su evolución en época de lluvias. Pero los contratos nunca han sido adjudicados ni tramitados pese a que llegaron a redactarse los pliegos de bases, que contemplaban una inversión de 2.500 millones de pesetas.Según la Junta de Andalucía, esta "desidia" puede tener consecuencias "muy graves" ya que en breve plazo pueden plantearse de nuevo problemas para el abastecimiento sin que existan garantías de disponer de reservas suficientes. La Consejería de Medio Ambiente ya advirtió hace año y medio que no permitiría nuevas prospecciones en la Sierra de las Nieves al menos hasta que se conozcan las consecuencias que tuvieron las realizadas en 1995.

El presidente de la CHS, José Antonio Villegas, no cree que haya motivos de alarma y asevera que el agua embalsada actualmente garantiza el abastecimiento para "año o año y medio". Villegas asevera además que existen en reserva 200 hectómetros cúbicos "en distintos sondeos".

Para la Junta la situación es bien distinta, y según el delegado de Medio Ambiente en Málaga, Ignacio Trillo, ya debían haberse adoptado medidas restrictivas para el riego, más aún cuando las previsiones apuntaban a que llovería en el pasado otoño, algo que no ocurrió.

Los pantanos que abastecen a la provincia de Málaga almacenan ahora 603 hectómetros cúbicos de agua, aproximadamente el 49% de su capacidad. Pero no todos son utilizables, los técnicos estiman que hay que descontar al menos entre 100 y 150 por la salinidad de los pantanos del Guadalhorce. Según los cálculos de la Junta el agua actualmente embalsada garantiza el suministro para unos ocho o 10 meses pero siempre y cuando toda ella se empleara en abastecimiento humano, mientras que si se mantienen los riegos no alcanzaría para más de cuatro meses.

Para combatir este fenómeno en 1992 entró en servicio una conducción que arroja al mar el agua del manantial salino de Los Meliones y evita su llegada a los embalses, pero la tubería se averió en 1996 y no ha sido reparada, por lo que buena parte del agua almacenada no reúne condiciones para el consumo humano. Para la Junta, se trata de un ejemplo más de la "desidia" de la Confederación. Ahora, el Plan Málaga que el lunes 10 presentó la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, contempla la construcción de una planta desalobradora este mismo año presupuestada en 5.000 millones de pesetas. Según el delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Málaga, en el fondo de la cuestión subyace un problema político, y es que la "Confederación nunca va a aceptar hablar de los problemas de la sequía antes de las elecciones de marzo, cuando después puede ser tarde".

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El Plan Málaga, sobre cuyos proyectos sostiene la Junta que no disponen de financiación y ni siquera están redactados, presenta algunas contradicciones con el Plan Hidrológico de la Cuenca del Sur, aprobado por el Congreso de los Diputados. Éste contempla la presa de Cerro Blanco como depósito regulador para el abastecimiento a la ciudad de Málaga de agua procedente del Guadiaro. En cambio, como presa reguladora tiene una "dudosa validez", según la Junta, ya que Río Grande no ofrece caudal suficiente.

La Junta censura a la CHS que no haya proyectado ninguna actuación de aprovechamiento en el río Guadiaro, el cauce que más agua vierte al mar en Andalucía tras el Guadalquivir, unos 800 millones de metros cúbicos anuales, el equivalente a las dos terceras partes de la capacidad de embalse de toda la cuenca sur.

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