El "caso Flick"

La concesión de unos enormes beneficios fiscales al consorcio Flick, propiedad del hombre más rico de Alemania, desencadenó el llamado caso Flick, el mayor escándalo, hasta ahora, de financiación ilegal de los partidos políticos alemanes. La venta de las acciones que tenía Flick de la Daimler Benz al emirato de Kuwait se realizó con exenciones del pago de cientos de millones de marcos al fisco.Todo parece indicar que estos beneficios fiscales se concedieron gracias a los donativos que el consorcio repartió entre todos los partidos del Parlamento federal (Bundestag) de entonces en Bonn: democri...

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La concesión de unos enormes beneficios fiscales al consorcio Flick, propiedad del hombre más rico de Alemania, desencadenó el llamado caso Flick, el mayor escándalo, hasta ahora, de financiación ilegal de los partidos políticos alemanes. La venta de las acciones que tenía Flick de la Daimler Benz al emirato de Kuwait se realizó con exenciones del pago de cientos de millones de marcos al fisco.Todo parece indicar que estos beneficios fiscales se concedieron gracias a los donativos que el consorcio repartió entre todos los partidos del Parlamento federal (Bundestag) de entonces en Bonn: democristianos, socialdemócratas y liberales. Tras una larga investigación parlamentaria, el caso se cerró en los tribunales, que sólo condenaron por fraude fiscal a dos ex ministros liberales de Economía, el conde Otto Lambsdorff y Hans Friedrichs, y a un alto directivo del consorcio.

El escándalo salpicó, ya entonces, al que después llegó a canciller federal, Helmut Kohl, quien, ante la comisión del Bundestag, dio muestras de amnesia. También tuvo el caso una ramificación española y provocó una célebre frase del presidente del Gobierno Felipe González: "No he recibido ni un duro, ni una peseta, ni de Flick ni de Flock". Un ejecutivo del consorcio había declarado ante la comisión del Bundestag haber entregado dinero para "estabilizar la democracia en la península Ibérica".

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