Cartas al director

El exilio literario de 1939

Cuantas iniciativas vayan encaminadas a recuperar la memoria del exilio literario español de 1939 deberían ser saludadas no sólo por contribuir a rescatar del olvido una parcela importante de nuestra cultura, sino porque constituyen un signo saludable de justicia histórica y de normalidad democrática. Por eso ha sido tan oportuno como emotivo el congreso plural, celebrado en varias ciudades españolas, Las literaturas del exilio republicano de 1939. Sesenta años después, cuya clausura tuvo lugar en Colliure el 18 de diciembre de 1999.En esos congresos, coordinados por Manuel Aznar Soler, al que...

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Cuantas iniciativas vayan encaminadas a recuperar la memoria del exilio literario español de 1939 deberían ser saludadas no sólo por contribuir a rescatar del olvido una parcela importante de nuestra cultura, sino porque constituyen un signo saludable de justicia histórica y de normalidad democrática. Por eso ha sido tan oportuno como emotivo el congreso plural, celebrado en varias ciudades españolas, Las literaturas del exilio republicano de 1939. Sesenta años después, cuya clausura tuvo lugar en Colliure el 18 de diciembre de 1999.En esos congresos, coordinados por Manuel Aznar Soler, al que hay que agradecer, y lo quiero hacer públicamente, su generoso aliento y su interés por el tema, participaron algunos de los pocos testimonios vivos que quedan de ese exilio, así como los más destacados especialistas en esa parcela de nuestra literatura.

Coincidiendo con el final de esos congresos, aparece en nuestras librerías, ¡después de casi 50 años!, el libro de Otaola La librería de Arana. Hay que felicitar a José Luis Borau por esta iniciativa feliz. Son imprescindibles, para la recuperación del exilio que aún hoy sigue olvidado, propuestas editoriales como ésta, que pongan al alcance del lector español estas obras sin otro criterio que su calidad literaria.

La librería de Arana es una crónica entrañable de la intrahistoria de parte del exilio republicano en México, escrita con vitalismo, sentido del humor y ausencia total de dramatismo. Por sus páginas desfilan grandes nombres de la literatura española de este siglo, retratados por la mano maestra de Otaola, como Moreno Villa, León Felipe, Max Aub, Manuel Andújar, José Ramón Arana, el gran escritor aragonés hoy tan olvidado cuyo retrato ocupa un buen número de páginas, Pedro Garfias y Juan Rejano, entre otros. El libro es, en palabras de José de la Colina, la microhistoria de mil y un pequeños días de aquel territorio sin tierra, aquella Españita fuera de España, aquel país fantasma: el exilio republicano español de México.- Javier Quiñones. Barcelona.

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