Francia propone reducir la velocidad de los coches con un limitador sonoro

La medida pretende frenar la contaminación

El primer ministro francés, Lionel Jospin, quiere presentar el próximo 19 de enero una serie de medidas para reducir la emisión de gases que provocan el efecto invernadero. Junto a la creación de una tasa ecológica, otra que graba la gasolina, y decisiones para favorecer el transporte ferroviario en detrimento de la carretera, aparece la medida más espectacular e impopular: colocar un limitador sonoro a los motores, una sirena que se pondría en marcha cuando el vehículo supere los 140 kilómetros por hora.Para París no tiene ningún sentido seguir fabricando coches capaces de superar los 200 k...

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El primer ministro francés, Lionel Jospin, quiere presentar el próximo 19 de enero una serie de medidas para reducir la emisión de gases que provocan el efecto invernadero. Junto a la creación de una tasa ecológica, otra que graba la gasolina, y decisiones para favorecer el transporte ferroviario en detrimento de la carretera, aparece la medida más espectacular e impopular: colocar un limitador sonoro a los motores, una sirena que se pondría en marcha cuando el vehículo supere los 140 kilómetros por hora.Para París no tiene ningún sentido seguir fabricando coches capaces de superar los 200 kilómetros por hora cuando en casi todos los países la velocidad máxima admitida en las autopistas es de 130 kilómetros. Jospin quiere, además, que los nuevos coches estén dotados de una caja negra, un registro en el que quedaría constancia, cada diez segundos, de cual es la velocidad del coche. Esa caja negra, probada en Berlín y pronto obligatoria en los EE UU, puede tener gran efecto disuasorio.

Contra la medida se levantan los radicales, que exigen que sean los motores los que vean cercenada su potencia, y también el lobby automovilístico, sobre todo el alemán, que basa parte de su prestigio en la potencia silenciosa de sus motores.

Otros críticos han puesto de relieve que en Alemania, país donde no existe limitación de velocidad en las autopistas en tiempo seco, el número de muertos en accidente es de 236 por millón de coches mientras que en Francia, donde impera el límite de los 130 kilómetros, hay 272 víctimas por millón de autos. Añaden que Italia, España y Francia tienen mayor mortalidad, entre otras razones porque su red de autopistas, al no ser gratuita, fomenta el uso de carreteras.

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