Tribuna:

Toma final

NEGRITASJESÚS ARIASToma de Granada. Culebrón. Claqueta. Acción: Ultras y falangistas acuden a festejar el 2 de enero para reclamar la expulsión de los "moros" de Andalucía. "¿Qué quieren estos socialistas, que llevemos babuchas y turbantes?", gritan. "¡Vete a África!", le dicen al alcalde, José Moratalla, sin dejar que la concejal Adoración Galera lea un comunicado en favor de la convivencia entre culturas. Para cultura, la de Granada. La de las tradiciones. Es curioso: Salvo una o dos personas, como el magnífico Emilio de Santiago, no hay un solo granadino -y menos entre los que celebraban la...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

NEGRITASJESÚS ARIASToma de Granada. Culebrón. Claqueta. Acción: Ultras y falangistas acuden a festejar el 2 de enero para reclamar la expulsión de los "moros" de Andalucía. "¿Qué quieren estos socialistas, que llevemos babuchas y turbantes?", gritan. "¡Vete a África!", le dicen al alcalde, José Moratalla, sin dejar que la concejal Adoración Galera lea un comunicado en favor de la convivencia entre culturas. Para cultura, la de Granada. La de las tradiciones. Es curioso: Salvo una o dos personas, como el magnífico Emilio de Santiago, no hay un solo granadino -y menos entre los que celebraban la Toma- que sea capaz de leer un verso de los que hay escritos en la Alhambra. ¿Leerlos? ¡Ni saber que son versos! ¡Ni que la Alhambra es un inmenso libro de poemas! Y se sienten orgullosos de eso, de no saber algarabía, lengua de moros. Ellos son granaínos, que es otra cosa.

Lo de la Toma no tiene tanta importancia. Lo escalofriante es lo que esconde detrás. Perlas como las de un columnista diciendo que sí, que en Al-Ándalus se vivía muy bien, pero que España está en Europa y que "la cultura europea nos es mucho más cercana que la árabe". No la religión o el modo de vida. No. "La cultura europea". Como si el castellano, después del latín, procediera del noruego. Como si la gastronomía -la paella, el gazpacho- la hubieran traído los alemanes. Y los regadíos y los cultivos fuesen aportación de los holandeses. O de los nibelungos.

Eso sí, los mismos que daban vivas a los ínclitos Isabel y Fernando y pedían "leña al moro" son los mismos que se llevarían las manos a la cabeza y sudarían patriotismo si a cualquier país árabe se le ocurriera reivindicar la titularidad de la Alhambra. O del Albaicín.

Más que Franco, lo que ha hecho verdadero daño a los granadinos es que no se les enseñara desde pequeños, en el colegio, la historia de su ciudad, el valor de sus monumentos o el prodigio de su hermosura. Si en lugar de la lista de los reyes godos hubieran aprendido a leer a Ibn-Jatib o al sevillano Al-Mu"tamid, tal vez se tomarían el 2 de enero como se lo tomaba Lorca: como un carnaval. Nada de actos patrioteros.

Para colmo, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, anuncia que el 2004 será el año de Isabel la Católica. La que nos espera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En