El submarino que debía revisar el "Erika" se atasca en el fondo

Aparecen aves afectadas en Vizcaya

Para que nada faltara en esta historia de despropósitos, faltas previsiones, torpezas e infortunios, el robot de exploración submarina Abyssud 5.000, que debía inspeccionar los tanques del petrolero hundido Erika, quedó ayer varado y bloqueado en el fondo, a 120 metros de profundidad. En las costas españolas han aparecido en los últimos días una treintena de aves contaminadas por esta marea negra que se inició el 12 de diciembre.

El robot que consiguió introducirse en el mismísimo Titanic y que tiene capacidad para sumergirse en fosas marinas de hasta 5.000 metros de profundidad encuent...

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Para que nada faltara en esta historia de despropósitos, faltas previsiones, torpezas e infortunios, el robot de exploración submarina Abyssud 5.000, que debía inspeccionar los tanques del petrolero hundido Erika, quedó ayer varado y bloqueado en el fondo, a 120 metros de profundidad. En las costas españolas han aparecido en los últimos días una treintena de aves contaminadas por esta marea negra que se inició el 12 de diciembre.

El robot que consiguió introducirse en el mismísimo Titanic y que tiene capacidad para sumergirse en fosas marinas de hasta 5.000 metros de profundidad encuentra, por lo visto, dificultades superiores en sus maniobras de aproximación al Erika. Mientras tanto, la marea negra provocada por el hundimiento del petrolero, que guarda todavía en sus tanques 20.000 toneladas de crudo, continúa inexorablemente su marcha hacia el sur y se encuentra ya en las inmediaciones de la isla de Ré, frente a La Rochelle.El bloqueo del Abyssud 5.000, un pequeño ingenio submarino de 2,1 metros de largo, 1,7 de ancho y 1,2 de alto, ha obligado a suspender las investigaciones encaminadas a conocer los puntos de fuga del petróleo que guarda en sus tanques y a aportar datos de cara a la futura extracción del combustible, tarea que en ningún caso podrá acometerse hasta dentro de varios meses. Sin llegar a precisar las razones del accidente, un portavoz de la Prefectura Atlántica de Brest indicó ayer tarde que, vista la situación, sólo queda recabar la ayuda de un segundo robot y confiar en que éste consiga liberar al Abyssud 5.000.

Según esta prefectura, las planchas desgarradas del Erika, que se encuentra partido en dos, la mala visibilidad en esos fondos y el conjunto de las condiciones de la zona situada a 72 kilómetros de la costa de Penmarc´h (Finisterre) dificultan enormemente las tareas de inspección del buque, hundido el pasado 12 de diciembre. El robot realizó varios intentos el viernes y sábado últimos pero las imágenes que obtuvo no parecen ser excesivamente elocuentes.

En los últimos días se han recogido en las inmediaciones de la isla de Ré más de 25.000 aves marinas impregnadas de fuel y en su mayoría muertas. [Por otra parte, más de una treintena de aves contaminadas han llegado a la costa vizcaína en los últimos días. Voluntarios de Greenpeace están trabajando en la zona, aunque por el momento no han localizado otras aves afectadas, informa Europa Press].

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