La lotería de la vivienda

Una parodia en la que se simuló el sorteo de una vivienda de Vitoria, con toda la simbología de la lotería de Navidad, sirvió ayer para que el colectivo 8812 -cifra que apunta el número de pisos vacíos de la ciudad- sacara a la calle su protesta sobre el problema inmobiliario de la capital alavesa. La asociación, que ya ha realizado distintos actos de similares características, destacó la existencia de 9.000 vitorianos apuntados a los sorteos públicos de vivienda y el elevado precio de los pisos de alquiler y de casas de segunda mano.Una casa vacía situada en la céntrica calle Dato sirvió com...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una parodia en la que se simuló el sorteo de una vivienda de Vitoria, con toda la simbología de la lotería de Navidad, sirvió ayer para que el colectivo 8812 -cifra que apunta el número de pisos vacíos de la ciudad- sacara a la calle su protesta sobre el problema inmobiliario de la capital alavesa. La asociación, que ya ha realizado distintos actos de similares características, destacó la existencia de 9.000 vitorianos apuntados a los sorteos públicos de vivienda y el elevado precio de los pisos de alquiler y de casas de segunda mano.Una casa vacía situada en la céntrica calle Dato sirvió como escenario para el espectáculo. Frente a los balcones decorados con lazos que simulaban un regalo navideño, los miembros del colectivo repartieron boletos antes de la singular rifa en la que no faltaron azafatas y niños de San Ildefonso. Un afortunado conseguió el ansiado premio en presencia de un particular alcalde de la ciudad y un banquero de la "Caja Letal", ataviados con sendas narices de payaso. "Hacemos ésto porque la situación en el mercado inmobiliario no cambia y no tiene visos de hacerlo en breve", indicó uno de los organizadores. "Parodiamos un sorteo porque los que se celebran de verdad nos parecen un auténtico cachondeo". Señalan que un alquiler medio alcanza las 106.000 pesetas mensuales, mientras el precio de los pisos de segunda mano ha crecido un 30% en un año, situándose de media en Vitoria en 32,4 millones.

Una cifra enigmática

El colectivo 8812 se dio a conocer hace más de un año cuando la capital alavesa amaneció un día sembrada de pintadas con una cifra enigmática que nadie supo identificar. Fechas más tarde, en gran cantidad de portales de la ciudad, unas hojas con el membrete del Ayuntamiento y apariencia de oficialidad anunciaban una oferta de pisos con unas condiciones de ensueño. Las innumerables llamadas recibidas por los gestores municipales y la queja del propio consistorio obligó a los autores del escrito a salir a la luz. Lo hicieron enmascarados y aclararon, además del significado del guarismo, que la suya es una asociación que quiere congregar a todos los disconformes y afectados por las políticas de vivienda, al margen de ideologías.

Desde entonces han realizado varias parodias y protestas callejeras, al tiempo que han señalado con el dedo las viviendas desocupadas de Vitoria, en las que individualizan su crítica a la política inmobiliaria del Gobierno vasco y el Ayuntamiento. "No nos creemos ningún plan de vivienda, vistos los resultados hasta el momento; el ciudadano no encuentra salidas y cada vez su situación económica se aleja más de las exigencias públicas para acceder a los pisos", indican. Consideran que el nuevo equipo de gobierno municipal no ha mejorado las cosas: en su parodia de ayer, el alcalde de la ciudad no se llamaba Alfonso Alonso, sino Adolfo Caragolfo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En