El nuevo Gobierno italiano supera sin agobios el voto del Parlamento

El nuevo Gobierno italiano de centro-izquierda, el número 57 desde el final de la II Guerra Mundial, obtuvo ayer el refrendo requerido del Parlamento tras superar la votación de confianza en la Cámara de Diputados por una mayoría menos justa que la temida: 310 votos a favor, frente a 287 en contra y 18abstenciones. La noche anterior había superado la prueba en el Senado por un margen mucho más confortable (177 votos a favor frente a 100 en contra).El primer ministro, Massimo D'Alema, reconoció en su intervención de ayer ante la Cámara baja la debilidad numérica del nuevo Gabinete, pero la jus...

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El nuevo Gobierno italiano de centro-izquierda, el número 57 desde el final de la II Guerra Mundial, obtuvo ayer el refrendo requerido del Parlamento tras superar la votación de confianza en la Cámara de Diputados por una mayoría menos justa que la temida: 310 votos a favor, frente a 287 en contra y 18abstenciones. La noche anterior había superado la prueba en el Senado por un margen mucho más confortable (177 votos a favor frente a 100 en contra).El primer ministro, Massimo D'Alema, reconoció en su intervención de ayer ante la Cámara baja la debilidad numérica del nuevo Gabinete, pero la justificó en aras de la mayor coherencia. "La mayoría más reducida de este Gobierno es fruto de una elección de clarificación política", dijo. En este Ejecutivo, bautizado como D'Alema bis, ha entrado con una posición hegemónica el partido de los Demócratas creado el año pasado por Romano Prodi, a expensas de la minicoalición del Trébol, que une a socialistas, republicanos y seguidores del senador Francesco Cossiga, que ha abandonado el Ejecutivo.

Como habían prometido, casi todos los diputados del Trébol se abstuvieron en la votación de ayer, al igual que los miembros de un grupo reformista, Pacto Segni, que no deseaban unas elecciones anticipadas con la actual ley electoral. Virulenta, en cambio, la posición del Partido de Refundación Comunista (PRD) que votó en contra de un "Gobierno de transformistas", de la Liga Norte y de la coalición de centro-derecha, el Polo de las Libertades.

Consciente de la moderación de los diputados socialistas, gracias a cuya abstención, así como a la de los miembros del Pacto Segni, el nuevo Gobierno ha evitado una votación de infarto, D'Alema se mostró conciliador con los ex aliados. El primer ministro ha prometido incluso la creación de una comisión parlamentaria para investigar toda la verdad sobre el escándalo de corrupción política y económica conocido como Tangentopoli, que destruyó al Partido Socialista de Bettino Craxi. Los poderes de la comisión están todavía por definir.

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