D'Alema fracasa en su intento de incorporar al Gobierno a los socialistas

El primer ministro italiano in pectore, Massimo d'Alema, dará a conocer hoy la lista de ministros que integrarán el segundo Gobierno de centro-izquierda que preside, tras el fracaso de las últimas negociaciones con los partidos de El Trébol para lograr su apoyo al nuevo Ejecutivo. Los partidos de El Olivo intentaron hasta el final lograr un acuerdo que permitiera coexistir a las dos corrientes dentro del nuevo Gabinete, pero anoche dicho acuerdo naufragó.

Los líderes de El Trébol anunciaron, no obstante, que esperarán a conocer hoy la lista de nuevos ministros antes de tomar una decisió...

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El primer ministro italiano in pectore, Massimo d'Alema, dará a conocer hoy la lista de ministros que integrarán el segundo Gobierno de centro-izquierda que preside, tras el fracaso de las últimas negociaciones con los partidos de El Trébol para lograr su apoyo al nuevo Ejecutivo. Los partidos de El Olivo intentaron hasta el final lograr un acuerdo que permitiera coexistir a las dos corrientes dentro del nuevo Gabinete, pero anoche dicho acuerdo naufragó.

Los líderes de El Trébol anunciaron, no obstante, que esperarán a conocer hoy la lista de nuevos ministros antes de tomar una decisión definitiva sobre la posición que adoptarán en el próximo debate parlamentario. La decisión más probable es la abstención.Los partidos de El Olivo intentaron hasta el final una base de acuerdo, temerosos de que con la exclusión de El Trébol el nuevo Ejecutivo nazca con una base parlamentaria menguada en relación a la que tenía el primer Gobierno de D'Alema, dando una preocupante impresión de fragilidad a los italianos. Tanto Los Demócratas, el partido fundado por Romano Prodi hace poco más de un año, como el Partido Popular Italiano (PPI), principal heredero de la extinta Democracia Cristiana, se han mostrado partidarios hasta el final de hacer un esfuerzo de comprensión para traer al redil a las "ovejas descarriadas", agrupadas en El Trébol por el ex presidente de la República Francesco Cossiga. Sin embargo, las esperanzas de asegurarse el apoyo de El Trébol parecían anoche muy débiles. Los tres "partidos bonsais", como malévolamente se les llama, habían mantenido dos largas reuniones con los representantes de la coalición de centro-izquierda.

La primera reunión, en la sede de la presidencia del Gobierno, con Massimo d'Alema como interlocutor, fue un desastre. El líder del Sdi (partido socialista heredero del PSI de Bettino Craxi), Enrico Boselli, abandonó descorazonado Palacio Chigi (sede de la presidencia del Consejo de Ministros) manifestando la decisión de los tres partidos rebeldes de no apoyar al nuevo Gobierno de D'Alema. "Si quieren formar un gobernucho, que lo hagan ellos solos", dijo Boselli que ha reclamado siempre un poco más de tiempo para discutir algunas cuestiones programáticas, como la reforma de la ley electoral y la creación de una comisión bicameral que investigue toda la verdad sobre el escándalo de Tangentopoli.

La segunda reunión, no prevista, se celebró por la tarde con los portavoces de los siete partidos olivistas, es decir, el grupo que se perfila como "núcleo estable" del nuevo Gobierno de centro-izquierda. Y en un primer momento dio un resultado favorable. Enrico Boselli reconoció que se había producido una apertura de la mayoría, "aunque los pasos dados sean milimétricos", dijo. Horas después, sin embargo, y tras una nueva reunión nocturna, los líderes de El Trébol consideraron insuficiente la respuesta dada por D'Alema a las dos cuestiones esenciales planteadas anteriormente. Los socialistas se reservan una última decisión a la espera de ver la lista de los nuevos ministros que será hecha pública hoy por D'Alema. Esta misma tarde se celebrará la votación en el Senado que carece de riesgos para el Ejecutivo.

En la Cámara baja, en cambio, la situación es más delicada. Caso de abstenerse los 17 diputados de El Trébol, la hipotética mayoría del nuevo Gobierno de D'Alema sería de 317 diputados, bastante justa aunque todo depende del número de bajas y de abstenciones que se produzcan en el palacio de Montecitorio. El Gobierno que acaba de dimitir poseía una base parlamentaria en torno a los 334 diputados del total de 630 escaños de la Cámara baja. Aunque se trata de cifras cambiantes porque ayer mismo se dio de baja un diputado de las filas de la mayoría que amenaza con pasarse a la oposición.

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