El lugar donde habitan los cuentos
Tobi, el dragón revoltoso, el niño Teo con su pelo anaranjado, un par de piratas y un zancudo bailaban a ritmo de una banda de cornetas que casualmente pasaba por el lugar y que, según comentó alguien, tocaba un tema de Ricky Martin. Contemplaban la escena, encandilados, decenas de pequeños - la mayoría con menos de 10 años- que, maquillados con purpurinas y ceras de colores, asaltaron de inmediato una librería, donde tomaron todos los estantes en busca de sus tesoros favoritos, los héroes de sus cuentos. Así, Nicolás, de cinco años, hojeaba con detenimiento un libro con las aventuras de Tarzá...
Tobi, el dragón revoltoso, el niño Teo con su pelo anaranjado, un par de piratas y un zancudo bailaban a ritmo de una banda de cornetas que casualmente pasaba por el lugar y que, según comentó alguien, tocaba un tema de Ricky Martin. Contemplaban la escena, encandilados, decenas de pequeños - la mayoría con menos de 10 años- que, maquillados con purpurinas y ceras de colores, asaltaron de inmediato una librería, donde tomaron todos los estantes en busca de sus tesoros favoritos, los héroes de sus cuentos. Así, Nicolás, de cinco años, hojeaba con detenimiento un libro con las aventuras de Tarzán. Pero allí también estaban la pequeña Tina, Rubí, la imprudente o Doña Despistada y todos sus admiradores, que buscaban, alborotados, su anhelado botín con forma de libro.
La fiesta, que incluía un cuentacuentos, había sido organizada con motivo de la inauguración en Sevilla de la librería El Pirata, la primera que se abre en Andalucía sobre temas exclusivamente infantiles y juveniles. Es ésta una iniciativa que surge de la unión de cuatro libreros: Javier López y Carmen Gallardo, de la librería Repiso, y Rafael Fernández y Castillo Gómez, de la antigua Espiral, en cuyo local, en el Pasaje Francisco Molina, se ha abierto el nuevo establecimiento.
"Veníamos dándole vueltas a este proyecto desde hace varios años", comenta Javier López, de 38 años, "creemos que uno de los campos donde hay más futuro en el mercado editorial es el de la literatura infantil y juvenil". Para los socios de El Pirata, era preciso cubrir un mercado como éste, insuficientemente desarrollado en Andalucía. "Ahora es el momento para este tipo de iniciativas, porque los niños y los padres lo reclaman", añade López.
Uno de los objetivos de los socios de El Pirata, además de vender libros - "No es un proyecto exclusivamente altruista, pero hay interés y gusto", precisa- es la promoción de la lectura en colaboración con los autores, las editoriales, los centros de enseñanza y la propia Administración. "Hasta ahora ha habido una cierta descoordinación en las campañas de fomento de la lectura", indica López, "la librería es un eslabón más en esa cadena y necesita el apoyo de las instituciones y editoriales".
Los dueños tienen previsto organizar ferias del libro en colegios e institutos, tertulias, cuentacuentos y colaborar con la recién creada cátedra de Literatura Infantil de la Universidad de Sevilla. Desde bebés a estudiantes de secundaria, los menores de 18 años pueden encontrar infinidad de aventuras y universos mágicos: libros ilustrados y olorosos para los que todavía no saben leer y didácticos para los que ya dominan la lectura.