Dos años de cárcel para un padre que amenazó a su hija por querer irse de casa

El Juzgado de lo Penal número 3 de Barcelona ha condenado a penas que suman 2 años y 11 meses de prisión a Manuel Abad Grande por amenazar y coaccionar a su hija, de 26 años, por el deseo de emanciparse y abandonar el domicilio familiar. La sentencia también prohíbe al padre que se acerque a la joven durante cinco años o se relacione verbalmente o por escrito con su hija si ella no lo consiente. El magistrado Santiago Vidal ha acordado dar cuenta de esta prohibición a la policía para que la incorpore a su base de datos. El padre -de 52 años y de quien el juez dice que tiene una "personalidad r...

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El Juzgado de lo Penal número 3 de Barcelona ha condenado a penas que suman 2 años y 11 meses de prisión a Manuel Abad Grande por amenazar y coaccionar a su hija, de 26 años, por el deseo de emanciparse y abandonar el domicilio familiar. La sentencia también prohíbe al padre que se acerque a la joven durante cinco años o se relacione verbalmente o por escrito con su hija si ella no lo consiente. El magistrado Santiago Vidal ha acordado dar cuenta de esta prohibición a la policía para que la incorpore a su base de datos. El padre -de 52 años y de quien el juez dice que tiene una "personalidad rígida e intolerante"- ya incumplió una prohición similar de otro juez, lo que ha provocado que haya sido condenado ahora en esta misma sentencia a una multa de 360.000 pesetas por quebrantamiento de una medida cautelar.

Los hechos ocurrieron la tarde del 14 de septiembre de 1996, cuando el padre recriminó a la joven que quisiera independizarse y que mantuviera relaciones afectivas con un chico de su edad. Por ese motivo, la amenazó de muerte y la obligó a introducirse en su vehículo para trasladarla desde Barcelona hasta Zaragoza. Al llegar a Fraga, el hombre paró el coche, golpeó a la hija en varias partes del cuerpo e intentó asfixiarla. Ante la "actitud sumisa de la chica", explica la sentencia, el padre cesó en su actitud y decidió regresar.

Esa noche la joven se marchó del domicilio familiar y acudió a la policía para denunciar a su padre, que meses después la abordó al salir del trabajo y volvió a amenazarla de muerte para que volviera a casa. Las coacciones y amenazas se repitieron durante los pasados meses de marzo y abril, cuando el hombre entró a gritos en la empresa donde trabaja su hija y hubo de intervenir la policía.

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