LA FIEBRE DE LAS TELECOMUNICACIONES

La Bolsa de Madrid rebasa los mil puntos

El interés de los inversores por los valores tecnológicos lleva a Teléfonica a ganar un 96,6% en lo que va de año

La Bolsa de Madrid vivió ayer una jornada excepcional al romper, por primera vez en su historia, la barrera psicológica de los 1.000 puntos, empujada vigorosamente al alza por los valores tecnológicos y de telecomunicaciones que están revolucionando los mercados bursátiles de todo el mundo en los últimos meses.El mercado madrileño no permanece ajeno a esta nueva fiebre tecnológica y un sólo valor, el de Telefónica, que ayer subió un 7,25%, arrastró el índice hasta los 1.000,09 puntos del cierre, tras subir un 1,76%.

Desde enero, y pese a la polémica que ha envuelto su gestión a raíz del...

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La Bolsa de Madrid vivió ayer una jornada excepcional al romper, por primera vez en su historia, la barrera psicológica de los 1.000 puntos, empujada vigorosamente al alza por los valores tecnológicos y de telecomunicaciones que están revolucionando los mercados bursátiles de todo el mundo en los últimos meses.El mercado madrileño no permanece ajeno a esta nueva fiebre tecnológica y un sólo valor, el de Telefónica, que ayer subió un 7,25%, arrastró el índice hasta los 1.000,09 puntos del cierre, tras subir un 1,76%.

Desde enero, y pese a la polémica que ha envuelto su gestión a raíz del plan de sobresueldos para sus directivos, la compañía que preside Juan Villalonga se ha revalorizado un 96,6%. La operadora tiene un valor bursátil de 13,2 billones. Sólo ayer se incrementó en casi 900.000 millones. Dos de sus filiales, Terra (dedicada al negocio de Internet) y TPI (páginas amarillas), subieron ayer, respectivamente, el 15% (máximo permitido en una sesión) y el 14,99%.

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La revolución vivida ayer en el mercado madrileño contó con combustible abundante, pues el volumen negociado alcanzó los 292.360 millones de pesetas, cifra que supera ampliamente la media del mercado, que suele rondar los 160.000 millones de pesetas.

De forma sorprendente, el dinero abundó, a pesar de la circunstancia de que el lunes y hoy sean festivos. El mismo día del año pasado, por ejemplo, se negoció sólo por valor de 104.216 millones de pesetas, sensiblemente por debajo de la cifra de ayer, aunque los analistas explican que la fiebre por los valores tecnológicos ha tenido un peso decisivo.

La explicación de por qué los 1.000 puntos constituyen una barrera psicológica es sencilla. El actual índice de la Bolsa de Madrid arranca en el 100 como base el día 31 de diciembre de 1985, lo que significa que comenzó a correr desde esa fecha y que ayer había multiplicado por 10 aquel nivel.

Exuberancia del mercado

En esos 14 años, el índice de la Bolsa de Madrid ha sido testigo de grandes acontecimientos internacionales, como los crash de 1987 y 1989, el golpe de Estado en la antigua Unión Soviética (ver gráfico), la invasión y guerra de Kuwait y, más recientemente, la crisis económica y financiera en el sureste asiático y en Latinoamérica, junto con el proceso de "exuberancia irracional de los mercados" que ha culminado con los grandes procesos de concentración de empresas y el auge de las telecomunicaciones.

Ha sido precisamente el tirón de las empresas de comunicaciones el que ha llevado al índice madrileño a conquistar la cota de los 1.000 puntos y a dar la sensación de que la Bolsa va bien, cuando la realidad indica que sólo marcha regular.

Telefónica ganaba el 96,60% en el año al cierre de esta última sesión, con lo que prácticamente duplica el precio de apertura de este ejercicio. La ponderación de Telefónica en el índice de Madrid es del 13,31%, lo que supone una aportación de 12,85 puntos de subida al índice general, que en el año gana el 15,24%. En el caso del índice selectivo Ibex 35, la aportación de Telefónica es aún mayor, ya que en la actualidad pondera el 28,11%. El Ibex 35 sube un 17,41% en el año y Telefónica habría aportado más de 15 puntos a esta subida.

Los analistas ven normal la evolución del precio de Telefónica en el mercado, que "se asemeja al crecimiento de la mayoría de las compañías telefónicas europeas". Las fuertes subidas de las empresas de telecomunicaciones no son un fenómeno local, aunque en el caso de Telefónica hayan estado impulsadas también por el éxito de la salida a Bolsa de Terra Networks.

Ese éxito de las filiales de Telefónica en la Bolsa, TPI y Terra, explica en parte el atractivo creciente de Telefónica para algunos inversores, ya que los activos de la empresa, la parte de las filiales que todavía permanece en manos de la operadora, se ha multiplicado varias veces en las últimas semanas. Otras sociedades relacionadas con las comunicaciones, como Amadeus y Sogecable, también han participado de las fuertes subidas de los últimos días.

El nuevo máximo histórico de la Bolsa de Madrid coincide con los de Francfort y París, que están viviendo una situación similar en las últimas semanas. El mismo fenómeno se produce en Estados Unidos, en donde el índice Dow Jones está muy cerca de los máximos históricos y el mercado Nasdaq, en el que cotizan los valores relacionados con las nuevas tecnologías, pasa por una situación parecida, aunque con la gran diferencia de que mientras que el índice Dow Jones de valores industriales sube el 21% en este ejercicio, el índice del mercado Nasdaq gana un 73,50%.

Distorsión entre sectores

Las diferencias entre estos dos indicadores es parecida a la que existe entre el índice del sector de comunicaciones y el resto en la Bolsa de Madrid. Mientras que el primero gana un 87,40%, el índice general sube sólo el 15,24%.

Estas enormes diferencias de comportamiento entre sectores distorsiona la imagen global del mercado, y por esta razón los responsables de la Bolsa están estudiando la creación de un mercado aparte para estas sociedades de crecimiento rápido.

En principio, sólo hay en la Bolsa española un par de empresas que respondan al perfil de un mercado tipo Nasdaq, y su presencia es muy reciente como para deducir que su comportamiento habitual va a ser el de las primeras semanas de cotización.

Estas sociedades pertenecen a sectores de rápido desarrollo, con grandes inversiones y la promesa de unos beneficios ajustados a ese esfuerzo previo. La situación actual de las Bolsas, en un entorno de bajos tipos de interés, hace que los inversores dirijan la mayoría de sus esfuerzos hacia estos valores, en los que en una semana se puede ganar, o perder, todo lo que el resto del mercado puede proporcionar en un año.

Hace sólo dos meses, el índice general de la Bolsa de Madrid mostraba un descenso acorde con la preocupante situación de la inflación. El empuje de un sólo valor, con un tamaño que empieza a ser desmesurado para este mercado, ha sido suficiente para darle la vuelta, pero con ello no se solucionan los problemas del resto. Al cierre de la sesión de ayer, sectores tan importantes como el de construcción, electricidad o servicios, mostraban pérdidas de hasta el 27,83% en lo que va de año.

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