Bossi reclama un Parlamento "a la escocesa" para el norte de Italia

Al grito de "Roma, ladrona" y "libertad para la Padania", miles de italianos de las regiones del norte del país (unos 50.000, según los organizadores) se manifestaron ayer por el centro de la Ciudad Eterna, adonde habían llegado por la mañana. Los manifestantes se concentraron en la Piazza del Popolo, donde escucharon una vez más la arenga de Umberto Bossi, líder y fundador de la federación que ha dejado atrás la pretensión de lograr la secesión de esta amplia región del norte italiano, que englobaría a unos 20 millones de personas.

Bossi se mostró más conciliador y menos extremista que...

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Al grito de "Roma, ladrona" y "libertad para la Padania", miles de italianos de las regiones del norte del país (unos 50.000, según los organizadores) se manifestaron ayer por el centro de la Ciudad Eterna, adonde habían llegado por la mañana. Los manifestantes se concentraron en la Piazza del Popolo, donde escucharon una vez más la arenga de Umberto Bossi, líder y fundador de la federación que ha dejado atrás la pretensión de lograr la secesión de esta amplia región del norte italiano, que englobaría a unos 20 millones de personas.

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Bossi se mostró más conciliador y menos extremista que de costumbre, limitándose a reclamar un modelo de Parlamento "a la escocesa" para el norte de Italia y otro para el sur. La marcha concluyó sin incidentes.Sonido de cencerros y cuernos de buey acompañaron a la larga fila de manifestantes que recorrió el corazón de la capital italiana desde la Piazza della Repubblica, en las proximidades de la estación Termini, hasta la Piazza del Popolo. La iniciativa, bautizada por los sectores liguistas más radicales como "marcha sobre Roma", parafraseando a la marcha sobre la capital organizada por los fascistas en 1922, movilizó a decenas de miles de personas, superando con creces las 20.000 que preveía como máximo el centro-izquierda.

Camisas y banderas verdes y blancas, los símbolos de la Liga y de la Padania, tiñeron completamente la Piazza del Popolo, una de las mayores de la capital, que a la hora de la intervención de Bossi estaba casi completamente llena. Además de decenas de banderas, los manifestantes portaban pancartas en las que se leía: "Contra Roma, no contra los romanos" o "Roma devolution" (en alusión a la amplia autonomía escocesa), que ondeaban bajo un cielo amenazador, aunque la lluvia apenas amagó.

Con el tono tremendista que le caracteriza, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, anunció que de la marcha sobre Roma "parte la cuenta atrás de la bomba de relojería" que será la recogida de firmas para el referéndum constitucional sobre el Parlamento del norte. En tanto se crea ese Parlamento a "la escocesa", los liguistas reclaman un ministerio para el Norte. En su intervención ante los manifestantes, Bossi explicó que las reformas que reclama el pueblo padano sólo pueden obtenerse por la vía refrendaria, a la vista del escaso eco que tiene esta aspiración en el Parlamento. "Hemos presentado un proyecto de ley constitucional y un referéndum constituyente para instituir el Parlamento padano, para que sea el pueblo el que obtenga lo que no puede darle el Parlamento [de Roma]". Cinco miembros de la Liga entregaron en el palacio del Quirinal (sede de la presidencia de la República) el mencionado proyecto de ley, aunque no fueron recibidos por el jefe del Estado, Carlo Azeglio Ciampi. Tampoco los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Nicola Mancino y Luciano Violante, respectivamente, se prestaron a recibir a ningún portavoz de la Liga, y la negativa, hecha pública el sábado de forma oficial, mereció ayer duras críticas de Bossi. Mancino y Violante alegaron que la marcha contra Roma "ofende al Estado" y a la ciudad. En realidad, ni los gritos de "vuelve Nerón" ni la pequeña hoguera encendida en la Piazza del Popolo (donde, según algunas hipótesis, fue enterrado el emperador al que algunas teorías responsabilizan del incendio de Roma), en la que se quemaron imágenes del Coliseo, llegaron a turbar la paz de un domingo prenavideño.

Bossi adelantó en su intervención la que será la estrategia de la Liga en los próximos meses, a la vista de la inminente crisis del Gobierno, al que criticó por su política centralista. "No apoyaremos al Gobierno de D"Alema ; si cae, que caiga y se convoquen elecciones". Pero tampoco es intención de la federación de partidos padanos apoyar al Polo, dijo, a menos que se atiendan dos peticiones esenciales: menos impuestos y más poder a la periferia, a los pueblos; es decir, la devolution. "De todo esto se puede hablar con claridad", añadió, "pero es inútil ofrecer a la Liga presidencias de regiones que se pueden comprar y perder; nos interesan los programas".

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El líder de la Liga no quiso explicar a quién se refería con sus palabras, pero advirtió de que, según los últimos sondeos, la federación que dirige está en pleno ascenso, por lo que está siendo cortejada por otras fuerzas. Ningún intento de acercamiento por parte de Alianza Nacional, el partido de derecha que lidera Gianfranco Fini, quien ayer calificó la marcha de "carnavalada fuera de estación".

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