Intervenidas en Castellón 86.000 pastillas de 'éxtasis' en el depósito de un coche

El depósito de gasóleo de un Peugeot 406 con matrícula holandesa servía de escondite al mayor alijo de drogas de síntesis intervenido por la policía española. Los narcotraficantes rellenaron 15 botellas y un bidón de plástico con 86.000 pastillas de éxtasis, las sellaron con silicona y las escondieron en el depósito de combustible. Con esta artimaña confiaban poder sortear los controles policiales en el trayecto desde un laboratorio clandestino de Holanda hasta Valencia, donde iban a distribuirlas en los locales de ocio nocturno.Pero la Brigada de Estupefacientes de Valencia, que llevaba siete...

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El depósito de gasóleo de un Peugeot 406 con matrícula holandesa servía de escondite al mayor alijo de drogas de síntesis intervenido por la policía española. Los narcotraficantes rellenaron 15 botellas y un bidón de plástico con 86.000 pastillas de éxtasis, las sellaron con silicona y las escondieron en el depósito de combustible. Con esta artimaña confiaban poder sortear los controles policiales en el trayecto desde un laboratorio clandestino de Holanda hasta Valencia, donde iban a distribuirlas en los locales de ocio nocturno.Pero la Brigada de Estupefacientes de Valencia, que llevaba siete meses tras los pasos de esta red, le dio el alto al vehículo el pasado sábado a las 23.00 a la altura de Bejís (Castellón). El único ocupante del coche era Carlos F.F.C., de 42 años, que tiempo atrás había ocupado un cargo importante en una discoteca valenciana. Fue el primer detenido de la Operación Marcha, coordinada por el titular del juzgado de Instrucción número 2 de Valencia, Francisco De Jorge.

Los seis restantes fueron arrestados el domingo y el lunes en Valencia. Todos ellos están relacionados "con el mundo del ocio nocturno de la ruta del bakalao", en palabras del jefe superior de Policía de Valencia, Segundo Martínez. En su opinión, el responsable de la organización es Enrique Celda Ramón, de 33 años, que fue condenado a 11 años de prisión, acusado de traficar con 60.500 pastillas de éxtasis en 1994. Estaba en libertad tras recurrir la sentencia.

También han detenido a la "compañera sentimental" de Celda, Carolina R. Q. C, de 25 años; a los hermanos Vicente y Luis M. G., de 35 y 30 años respectivamente, a Manuel B.S., de 29 años, y al hijo del conductor del Peugeot 406, Carlos F. V., de 18 años. A los tres últimos les acusan de distribuir las pastillas al por menor, mientras que los otros dos "desempeñaban tareas más importantes".

Esta operación es el segundo golpe importante que sufre el tráfico de drogas de diseño en 50 horas: el pasado jueves por la tarde la policía aprehendió otras 45.000 pastillas de éxtasis en un piso de Valencia. Ambos casos no guardan relación.

Cambio de estrategia

El director general de la Policía, Juan Cotino, explicó ayer en Valencia que estas intervenciones de grandes cantidades de éxtasis se deben al cambio de estrategia de los narcotraficantes: después de que una decena de laboratorios clandestinos hayan sido desarticulados en los dos últimos años (la mitad en la Comunidad Valenciana), han renunciado a elaborar las pastillas y han recuperado el sistema tradicional, la importación de la droga desde Holanda.La policía mostró ayer en un vídeo cómo destriparon el Peugeot 406 en Valencia y recuperaron las botellas y el bidón repletos con 25 kilos de pastillas blancas, redondas y sin ningún anagrama. "El gasóleo podía impregnar las pastillas, porque las botellas iban sumergidas en él sin más protección que la silicona", advirtió el comisario Martínez. Éste apuntó que la droga apenas dejaba espacio para el combustible, por lo que el conductor tenía que parar a repostar cada 200 kilómetros.

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