La apertura comercial y la competencia extranjera eliminarán unos 10 millones de empleos en cinco años

El paso decisivo que China ha dado para entrar en el comercio mundial y la consecuente apertura a la competencia de las empresas extranjeras supondrá para este país la eliminación de 10 millones de puestos de trabajo en el sector agrícola, en las plantas de montaje de automóviles y en otros sectores entre los próximos cinco o diez años. No obstante, otras fuentes, calculan que los 10 millones se quedarán cortos para el 2010.Pero debido a las grandes expectativas que este acuerdo ha desatado, también se habla de que otros muchos millones de empleos se crearán en el sector textil chino una vez q...

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El paso decisivo que China ha dado para entrar en el comercio mundial y la consecuente apertura a la competencia de las empresas extranjeras supondrá para este país la eliminación de 10 millones de puestos de trabajo en el sector agrícola, en las plantas de montaje de automóviles y en otros sectores entre los próximos cinco o diez años. No obstante, otras fuentes, calculan que los 10 millones se quedarán cortos para el 2010.Pero debido a las grandes expectativas que este acuerdo ha desatado, también se habla de que otros muchos millones de empleos se crearán en el sector textil chino una vez que Estados Unidos y otros países industrializados eliminen sus cuotas de importación sobre estos productos.

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Algunos expertos predicen que los puestos de empleo que serán eliminados superarán con creces a los que se crearán y otros se han manifestado más moderados a la hora de proyectar el impacto del acuerdo sobre el empleo en el país oriental. Entonces, ¿cómo sabremos con mayor exactitud cuántas personas estarán en el paro en los próximos años? La respuesta a esta pregunta también está estrechamente relacionada con la adhesión de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Y es que el país más poblado del mundo tendrá que adaptar sus sistemas estadísticos, contables y otros mecanismos burocráticos para formar parte del mecanismo estándar del comercio y las finanzas mundiales. Esta adaptación impulsará a su vez la creación de empresas privadas chinas que estarán a la cabeza del cambio.

China, como todos los países, puede trampear a la hora de cumplir sus promesas sobre las rebajas de sus tarifas aduaneras y la apertura de su mercado a la inversión extranjera. Pero su entrada a la OMC y la aceptación implícita de normas de control y supervisión reconocidas por la mayoría de los Estados provocarán un cambio radical en un país que durante décadas, incluso siglos, ha mantenido que las normas internacionales no estaban hechas para él.

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