La sombra delata por primera vez la existencia de un planeta extrasolar

Muchos pequeños telescopios intentan confirmar la observación

Un planeta, al pasar por delante de su estrella, produce una sombra, una disminución de su brillo, que permite inferir su existencia. Este método de detección ha obtenido su primer éxito con la confirmación de que existe un planeta alrededor de una estrella muy similar al Sol, situada a 153 años luz de la Tierra. La comunicación a la Unión Astronómica Internacional de esta observación ha hecho que muchos telescopios apunten hacia la estrella.

Para medir la disminución de brillo de una estrella causada por la interposición de un planeta no hacen falta grandes telescopios, pero sí saber d...

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Un planeta, al pasar por delante de su estrella, produce una sombra, una disminución de su brillo, que permite inferir su existencia. Este método de detección ha obtenido su primer éxito con la confirmación de que existe un planeta alrededor de una estrella muy similar al Sol, situada a 153 años luz de la Tierra. La comunicación a la Unión Astronómica Internacional de esta observación ha hecho que muchos telescopios apunten hacia la estrella.

Para medir la disminución de brillo de una estrella causada por la interposición de un planeta no hacen falta grandes telescopios, pero sí saber dónde y cuándo mirar. A pesar de que se han detectado ya indirectamente, por el ligero bamboleo de las estrellas,más de 20 planetas alrededor de estrellas similares al Sol, hasta ahora no había sido posible observar directamente el paso de un planeta por delante de ellas. La razón es que la mayor parte de los planetas detectados son muy extraños, si se comparan con los planetas del sistema solar: suelen estar muy cerca de las estrellas, y tienen órbitas fuertemente excéntricas y también muy inclinadas.El planeta detectado en la estrella HD209458, en la constelación de Pegaso, es también extraño: está muy cerca de la estrella pero tiene 0,63 veces la masa de Júpiter; además es mucho mayor que este planeta gigante (su radio es 1,6 veces el radio de Júpiter) lo que implica que es una enorme bola de gas de una baja densidad, 0,2 gramos por centímetro cúbico. Y sin embargo, para suerte de los astrónomos, su órbita no está tan inclinada como para no pasar delante de la estrella. Este factor es el que le ha delatado.

'Cazaplanetas'

Para detectar el bamboleo de la estrella sí hacen falta grandes telescopios, y el más famoso equipo de cazaplanetas -el liderado por Geoffrey Marcy, de la Universidad de San Francisco (Estados Unidos)- dispone de tiempo de observación en los telescopios Keck, los mayores del mundo, en Hawai. Con estos instrumentos el equipo de Marcy descubrió el 5 de noviembre el bamboleo de la estrella HD209458 pero no paró ahí: avisó inmediatamente, como hace cada vez que descubre un posible planeta, a Greg Henry, astrónomo de la Universidad de Tennessee que maneja varios telescopios automatizados en las montañas Patagonia, al sur de Arizona, pertenecientes al Observatorio Fairborn.Henry apuntó el 7 de noviembre uno de estos telescopios hacia la estrella en el momento en que los astrónomos predecían el paso del planeta y pudo observar una disminución apreciable (del 1,7%) en la luz de la estrella captada por el telescopio. Ahí estaba la prueba buscada durante ya algunos años por los astrónomos que se dedican a buscar planetas desde que el primero fuera detectado en 1995, precisamente alrededor de una estrella (51 Pegasi), muy cercana a la ahora observada.

"El tránsito planetario ocurrió justo cuando predecían las observaciones de Marcy, lo que confirmó de forma total la presencia de un compañero de la estrella", ha dicho Henry. "La disminución del brillo durante el tránsito también nos da por primera vez la medida del tamaño y de la densidad de un planeta extrasolar. Hemos visto en realidad la sombra del planeta y la hemos utilizado para medir su tamaño".

Marcy mostró su alegría por esta confirmación de que la técnica indirecta que ha utilizado para detectar planetas ha detectado cuerpos reales: "Ésta es la primera confirmación independiente de la existencia de un planeta descubierto por cambios en la velocidad radial de una estrella y demuestra que nuestra evidencia indirecta de la existencia de planetas se debe realmente a planetas", aseguró el domingo.

En el telegrama enviado por ambos a la Unión Astronómica Internacional se indicaba que el periodo del planeta es de 3,523 días y daba los días en los que se podrían repetir las observaciones para confirmar la existencia de algo que produce el oscurecimiento de la estrella y que no puede ser más que un planeta. Es de esperar que muy pronto se comunique esta confirmación ya que muchos telescopios se dirigieron ayer o lo harán durante los próximos días hacia la estrella. Entre ellos alguno del Observatorio del Teide, según comenta Rafael Rebolo, descubridor de cuerpos celestes como enanas marrones y planetas aislados.

Las observaciones del planeta alrededor de HD209458 el 7 de noviembre, las únicas comunicadas hasta ahora, no fueron completas . El telescopio pudo observar el inicio del tránsito pero no su final. "Resulta importantísimo completar esa curva de luz y supongo que ya es un objetivo para muchos grupos", comentó ayer Rebolo, para quien el trabajo de los grupos de Marcy y de Henry es una observación "muy interesante que confirma lo que ya esperábamos, que efectivamente hay planetas gigantes alrededor de estrellas de tipo solar".

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