Un marroquí muere al quemarse la barraca en la que dormía

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron en la noche del pasado miércoles el cadáver de un hombre marroquí en el interior de una barraca quemada situada en la zona agrícola de Viladecans (Baix Llobregat). Según las primeras investigaciones, el fuego se habría producido accidentalmente al arder un sofá y parece descartada cualquier otra causa del siniestro que no sea la fortuita. La víctima, Haf A., de 33 años, esperaba que en los próximos días le llegara la documentación para regularizar su situación en España.Al parecer, Haf A. murió por asfixia, aunque presentaba quemaduras de segu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron en la noche del pasado miércoles el cadáver de un hombre marroquí en el interior de una barraca quemada situada en la zona agrícola de Viladecans (Baix Llobregat). Según las primeras investigaciones, el fuego se habría producido accidentalmente al arder un sofá y parece descartada cualquier otra causa del siniestro que no sea la fortuita. La víctima, Haf A., de 33 años, esperaba que en los próximos días le llegara la documentación para regularizar su situación en España.Al parecer, Haf A. murió por asfixia, aunque presentaba quemaduras de segundo grado en el tórax. Las investigaciones apuntan a que la víctima se quedó dormida y por ello no se dio cuenta del inicio del incendio. El fuego, que podría haberse iniciado por la colilla de un cigarrillo mal apagada, se propagó rápidamente por la barraca. El cadáver fue trasladado ayer al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia.

Aunque el cadáver fue encontrado a primera hora de la noche del miércoles, la víctima murió como mínimo dos días antes. Una llamada anónima por parte de un compatriota del fallecido había alertado a la policía el pasado lunes de la existencia del cadáver. La comunidad magrebí de Viladecans expresó su malestar por la tardanza con la que, a su juicio, actuó la policía. En su descargo, la policía aseguró que el comunicante anónimo no se extendió en detalles sobre el lugar donde se encontraba la barraca. La caseta estaba situada en una zona agrícola a las afueras de Viladecans, de difícil acceso, cerca de la confluencia entre las carreteras B-204 y B-210.

Por su parte, la entidad SOS Racismo denunció la situación de precariedad en la que se encuentran todavía muchos inmigrantes, que se ven obligados a vivir en barracas. Según un testigo que presenció el levantamiento del cadáver, las pertenencias del marroquí fallecido cabían en una bolsa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En