Reportaje:VIDA COTIDIANA

Holanda, el cobijo de lo diferente

Los Países Bajos, pioneros en abordar prostitución, eutanasia, consumo de drogas o matrimonio homosexual

A partir de julio del próximo año, una prostituta holandesa será como un taxista, un albañil o un abogado: podrá elegir entre el ejercicio libre de la profesión o convertirse en un empleado. La decisión del Senado de derogar la ley que desde 1911 prohibía la existencia de los burdeles ha dado un paso definitivo hacia la completa despenalización de la prostitución en el país. Con la nueva situación, la industria del sexo se regulará por la misma normativa que cualquier otra actividad profesional. Los responsables municipales controlarán las cuestiones sanitarias y de higiene de los locales, pod...

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A partir de julio del próximo año, una prostituta holandesa será como un taxista, un albañil o un abogado: podrá elegir entre el ejercicio libre de la profesión o convertirse en un empleado. La decisión del Senado de derogar la ley que desde 1911 prohibía la existencia de los burdeles ha dado un paso definitivo hacia la completa despenalización de la prostitución en el país. Con la nueva situación, la industria del sexo se regulará por la misma normativa que cualquier otra actividad profesional. Los responsables municipales controlarán las cuestiones sanitarias y de higiene de los locales, podrán preguntar el número de horas que trabajan las mujeres y las condiciones en que lo hacen y las inspecciones laborales indagarán en las irregularidades de los contratos de las trabajadoras.Ésta no es la primera vez, ni será la última, que una noticia sobre Holanda acapare los titulares de los principales periódicos del mundo con la coletilla "Holanda es país pionero en...". "El tradicional vanguardismo holandés hunde sus raíces, paradójicamente, en la rigidez del calvinismo", explica Han van der Horst, historiador y autor de varios libros sobre el origen y las costumbres del país. "El catolicismo da las directrices que ayudan a tomar decisiones, mientras el calvinismo no deja espacio para las elecciones personales y busca leyes y normas muy claras", explica Van der Horst.

Otro factor que, a su juicio, juega un papel importante es el hecho de que Holanda ha sido, a lo largo de la historia, un país conformado por minorías que, a sabiendas de que no podían imponer sus decisiones, se acostumbraron a discutir y a respetar las decisiones de todos. Así se explica que el país tenga la posición más avanzada en materia de eutanasia. Legalmente, la eutanasia es un delito que se castiga en Holanda con hasta 12 años de cárcel si el medico participa activamente, y con tres, si se limita a proporcionar al enfermo los medios para que se quite la vida. El Gobierno holandés ha aprobado recientemente un avanzado proyecto, que aún tiene que ser discutido y aceptado por el Parlamento, que pretende eliminar la eutanasia del Código Penal, cuando se respeten los requisitos, y extenderla a los menores de entre 12 y 16 años, aun en contra de la voluntad de sus padres.

En el calvinismo más exacerbado se puede entender también la tolerancia hacia las drogas: "si no pueden eliminar un problema, hay que regularlo para minimizar su impacto en la sociedad", explica Van der Horst. En Holanda se establece una clara diferencia entre las drogas blandas y las duras, llamadas "de riesgo inaceptable". En el convencimiento de que hay que mantener separados ambos mercados para evitar que los jóvenes que fuman no entren en ambientes de alta delincuencia, se permite la existencia de los coffeshops, unos bares donde se pueden comprar a la carta todo tipo de marihuana y hachís.

Recientemente, en Rotterdam se han fundado una agencia de empleo para heroinómanos y un asilo para ancianos adictos; en 1997, el mismo Ayuntamiento, junto con Amsterdam, protagonizó un experimento de distribución gratuita de heroína entre un grupo de toxicómanos incurables que se ha ampliado ya a todo el país. El año pasado, Amsterdam estrenó las denominadas narco-salas, unos locales donde los adictos sin hogar pueden acudir a consumir sus drogas con tranquilidad. También reciben té y café gratuitamente y pueden ducharse, cambiarse y lavarse la ropa.

Estas experiencias en el mantenimiento de la dignidad del prójimo con independencia de cuál sea su falta ha alcanzado su máxima expresión esta semana, cuando la policía de Amsterdam presentó las primeras celdas de lujo para acoger a los detenidos antes de ponerlos a disposición judicial. Están pintadas de colores cálidos, disponen de calefacción individual y un ordenador con juegos para entrener la espera.

Todo el que es diferente de la mayoría ha encontrado desde el siglo XVI amparo en Holanda. Al igual que se permitió a los judíos expulsados de España y Portugal conservar sus ritos y creencias, hoy Holanda ha sido pionera en legalizar el matrimonio entre homosexuales y es el único país que trata a los transexuales con hormonas desde la adolescencia, con el permiso de sus padres.

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