La Ertzaintza detiene a un joven de 20 años como presunto autor del asesinato del mendigo en Bilbao

La Ertzaintza acusa a un joven de 20 años de ser el presunto autor de la muerte de un indigente que en la medianoche del sábado fue golpeado y quemado en las vías del tren junto a la estación del barrio bilbaíno de Basurto en Bilbao. El joven, cuya identidad no había dado a conocer anoche la policía vasca, declaró primero como testigo, de forma voluntaria, en la comisaría de la Ertzaintza de Bilbao, pero, tras una serie de confusiones y contradicciones, terminó reconociendo los hechos. Su testimonio ha permitido descartar que el crimen fuese obra de cabezas rapadas.

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La Ertzaintza acusa a un joven de 20 años de ser el presunto autor de la muerte de un indigente que en la medianoche del sábado fue golpeado y quemado en las vías del tren junto a la estación del barrio bilbaíno de Basurto en Bilbao. El joven, cuya identidad no había dado a conocer anoche la policía vasca, declaró primero como testigo, de forma voluntaria, en la comisaría de la Ertzaintza de Bilbao, pero, tras una serie de confusiones y contradicciones, terminó reconociendo los hechos. Su testimonio ha permitido descartar que el crimen fuese obra de cabezas rapadas.

La Ertzaintza no tuvo que buscar mucho al presunto culpable del crimen cometido poco antes de la medianoche del sábado, el segundo asesinato de un mendigo en Vizcaya en los últimos seis meses. Fuentes del Departamento de Interior señalaron ayer que, cuando los ertzainas que se habían desplazado al lugar del suceso realizaban las primeras investigaciones se les acercó, por iniciativa propia, un joven de 20 años, quien aseguró que había visto los detalles del crimen y se ofreció a colaborar, por lo que los agentes le instaron a que hiciera una declaración en la comisaría, según informa la agencia Vasco Press.Una vez en las dependencias policiales, su testimonio fue tan confuso y contradictorio que, ya en la madrugada del domingo, los agentes le detuvieron bajo la acusación de ser el autor material del crimen. Está previsto que hoy pase a disposición judicial.

Ésta ha sido la única detención que se ha realizado hasta el momento, si bien la investigación sigue abierta. El testimonio del joven ha obligado a descartar la posibilidad que barajó inicialmente la Ertzaintza, según las declaraciones de varios testigos, de que el crimen fuese obra de un grupo skin. Algunos testigos aseguraron que vieron huir del lugar a cuatro jóvenes, varios con la cabeza afeitada, lo que hizo que se atribuyera inicialmente la muerte a grupos de cabezas rapadas.

Aún sin identificar

El fallecido era un hombre de raza blanca, de entre 50 y 60 años y pelo cano, que dormía desde hacía días junto a las vías del tren de la estación de Feve en Basurto. El mendigo fue golpeado, apedreado y finalmente rociado con un líquido inflamable al que su agresor o agresores prendieron fuego. El cuerpo quedó calcinado. Los análisis no han determinado todavía si el hombre ya había fallecido cuando fue quemado.

La Ertzaintza trata de averiguar la identidad del fallecido. Pero el hecho de que el cuerpo resultara calcinado y el estilo de vida de la víctima lo complican. Se espera que el resultado de la autopsia, que se practicó ayer por la tarde en el hospital de Basurto, aporte datos que sirvan para el esclarecimiento de su identidad. El propietario de un bar situado en una calle próxima a la estación de tren comentó ayer que tenía sospechas de quién podía ser el muerto. "Desde hace tiempo, un hombre de cincuenta y muchos años viene aquí tres veces al día. Casualmente, desde el domingo no ha aparecido; yo creo que puede ser el que han matado", resaltó.

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Las pesquisas policiales llevaron también a la Ertzaintza al albergue municipal de Elejabarri, ubicado a unos cien metros del lugar del crimen, que acoge a transeúntes. Pero la falta de datos sobre la identidad del fallecido ha impedido progresar en la identificación.

Entre las posibilidades que ahora baraja la policía vasca se encuentra que el crimen pudiese responder a un ajuste de cuentas. El asesinato ha despertado una ola de indignación social y política en la ciudad. El alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna, afirmó categóricamente que "el peso de la ley tiene que caer sobre los culpables". Al mismo tiempo, reconoció que "es difícil actuar con colectivos que rechazan las ayudas sociales".

La portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Julia Madrazo, pidió que el Ayuntamiento se persone como acusación particular en el caso. Insistió en que sea cual sea la condición de "quienes cometen estos aberrantes crímenes", los actos son el resultado de valores que ensalzan la fuerza y el poder y desprecian "la debilidad y la falta de recursos". Antonio Basagoiti, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento, condenó el asesinato "salvaje y cobarde".

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